Cuando éramos soldados
El fin de la profesión militar

Sin duda el título de la película de "We were soldiers" viene que ni pintado a esta entrada del blog, porque expone claramente la situación que se vive actualmente dentro de la milicia tanto a nivel nacional, como a nivel occidental; a excepción hecha de los militares de Estados Unidos. Entre los cometidos actuales de las Fuerzas Armadas durante el largo periodo de paz que llevamos desde el fin de la Segunda Guerra mundial hasta los días de hoy, los soldados se han reconvertido en bomberos forestales baratos, cascos de paz reparte panes, constructores de puentes temporales o cualesquiera otras funciones les han asignado los distintos gobiernos hasta convertirlos casi en irrelevantes. La misma Alemania reconoció en el año 2022 tras el inicio de las hostilidades de Rusia contra Ucrania, que sus Fuerzas Armadas carecían de no solo el personal adecuado y formado, sino incluso del armamento, dándose situaciones tan surrealistas como tener un palo de escoba pintado de negro para simular ser un cañón de ametralladora. Si algo trajo sin duda la guerra de Ucrania, es que los conflictos no están tan lejos de casa y la diferencia entre tener un país soberano o un gobierno títere, reposa en manos de cualquier tirano de turno.

Parte de la desmovilización de las fuerzas armadas de España se centran en el anticuado modelo profesional, basado en el modelo del SMI - Servicio Militar Obligatorio; suspendido en España desde el año 2000; y en la horrible oferta profesional que representan las FAS como para ofrecer tanto a sus Oficiales como Suboficiales desde su incorporación a filas un titulo académico que les permita desvincularse de las mismas en vez de una carrera de progresión. En cierta etapa los Oficiales Superiores y Generales, ya no aspiran a buscar a un nuevo empleo, sino a consolidar dentro de las empresas del ramo, una puerta giratoria que les permita continuar con su estatus de "Jefes" de proyectos o representantes ante la administración castrense. Continuando la endogamia profesional que permitirá sustituir a ese jefe por otro de las FAS cuando se jubile el primero. Y el premio sin duda para la empresa es ganar los jugosos concursos públicos a los que se presente, sabiendo que al tener en sus filas a uno de "los suyos", la concesión estará casi ganada.

Por la puerta de atrás son desechados miles de militares de la escala de Tropa y Marinería, que ante una imposible adquisición de la ¿consideración? de militar de carrera, buscan en la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Municipal u otras empresas públicas una estabilidad laboral que se les niega en la profesión militar elegida. Podemos afirmar entonces que las Fuerzas Armadas quieren Tenientes, sargento y soldados a tiempo parcial, que sean Ingenieros, Técnicos Superiores en informática, electricidad, etc. y soldados con Grado Medio del Técnico militar, sin utilidad en el entorno laboral.

Ellos creen que con esos mimbres, se puede disponer de unos soldados capacitados, adiestrados y preparados para el combate para defender nuestra democracia cuando realmente haga falta. Ni que decir tiene, que así asistimos a una batalla perdida.

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Las unidades de Operaciones Especiales