El 19 de julio de 1808 el Ejército de Napoleón sufrió su primera derrota. Fue en Bailén y al lado de las tropas españolas, comandadas por el general Castaños, figuraba un regimiento suizo, de profesionales a sueldo, que ayudó a que los soldados franceses fueran vencidos. Antes de alistarse, los suizos se sometían a un examen en el que se hacía constar por escrito incluso la prominencia de su mentón. Ahora esos papeles, que desaparecieron en el siglo XIX, han sido rescatados por la Guardia Civil, que ha seguido el rastro de los documentos a través de una casa de subastas en Internet.
La Guardia Civil ha conseguido recuperar 84 documentos que atestiguan la participación de tropas suizas en la Guerra de la Independencia española de 1808. Los papeles se hallaban en poder de una persona que los ofrecía para su venta a través de una web especializada en la comercialización de este tipo de objetos. Los agentes sospecharon que los escritos podían pertenecer al patrimonio del Ejército de Tierra y los requisaron. Los precios de los documentos oscilaban entre los 200 y los 3.000 euros, dependiendo del juego de la oferta y la demanda.
Los papeles acreditan la intervención del ‘Regimiento de Kayser Tercero de Suizos’ en la contienda. Estos soldados estuvieron a las órdenes de la Corona española y descollaron por su presencia en la batalla de Bailén. No solo lucharon en este combate, también se batieron el cobre contra las tropas franceses en Cardedeu, Valls y Tarragona.
La documentación aparece estampada con el membrete del regimiento y en ella se consigna de manera manuscrita el nombre, la edad, el lugar de nacimiento, el nombre de los padres y el aspecto del combatiente, que debía prestar juramento de fidelidad a la monarquía. «Frente realzada, ojos garzos, boca grande». Éste es el retrato del soldado Josef Wera, cuya fisonomía se relataba con minuciosidad para que, en caso de que cayera en combate, la víctima pudiera ser identificada.
Las pesquisas comenzaron a comienzos de año, cuando miembros de la Guardia Civil investigaban el comercio ilícito de bienes culturales. Fue entonces cuando conocieron que en internet se vendían en una página para coleccionistas los documentos de carácter militar.
Los investigadores presintieron enseguida que los papeles podían formar parte del patrimonio documental del Ejército de Tierra. Así las cosas, solicitaron un informe a la Subdirección de Estudios Históricos del Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra. Los expertos recelaron del origen de los escritos e informaron a la Guardia Civil de que la documentación fue robada muy probablemente después de 1809.
Las primeras indagaciones condujeron a la provincia de Cádiz, donde residía el titular de la web que poseía los documentos que incautó la Guardia Civil. El anticuario desconocía que los papeles habían sido objeto de expolio, y él los había adquirido de forma legal. No en vano, los 84 documentos habían estado en manos de los familiares de un historiador de Sevilla, ya fallecido. Tras su muerte, los allegados pusieron a la venta la colección a través de un anticuario, quien a su vez los comercializó por su cuenta.
El regimiento de Kayser fue una de las seis últimas unidades suizas al servicio de la Corona española. Tiene su origen en la capitulación firmada en 1742 por Felipe V, el primer monarca español de la casa de Borbón, con el cantón suizo de Schwyz, de donde era originaria la ilustre familia Reding. En Andalucía fueron dos los regimientos Reding. Uno luchó del lado francés, al mando de Carlos Reding, que se había pasado al Ejército galo, seguramente seducido por el prestigio y las mejores oportunidades que brindaban las tropas napoleónicas. Por su parte, junto a los españoles combatía el regimiento de Nazario Reding. Los dos eran hermanos del gobernador militar y corregidor político de Málaga, Teodoro Reding, artífice de la primera victoria en la batalla de Bailén.
La Guardia Civil subraya que la ley de patrimonio histórico establece que «forman parte del patrimonio documental los documentos de cualquier época generados, conservados o reunidos en el ejercicio de su función por cualquier organismo o entidad de carácter público».
Fuente : laverdad
Carmen D