Al menos diez soldados egipcios han fallecido a primera hora de este miércoles a consecuencia de un atentado con coche bomba contra un convoy militar en la localidad egipcia de El Arish, ubicada en la península del Sinaí, según han informado fuentes de seguridad.
El ataque fue uno de los más mortíferos en la península del Sinaí, que está cerca de Israel y la Franja de Gaza, bajo control palestino, desde que unos milicianos inspirados en Al Qaeda comenzaron a incrementar los ataques tras ser derrocado el presidente islamista Mohamed Mursi en julio. Los soldados viajaban en un convoy en la carretera hacia el cruce fronterizo de Rafah con Gaza. Nadie reivindicó la responsabilidad del ataque de forma inmediata.
Hermanos Musulmanes se ha negado en múltiples ocasiones a reconocer la legitimidad de las autoridades surgidas tras el derrocamiento del expresidente, miembro de la organización islamista, y ha sostenido que el nuevo gobierno es de tinte golpista.
Asimismo, ha denunciado la existencia de una campaña de persecución contra la formación con el arresto de decenas de sus miembros, entre ellos los integrantes de su cúpula, y la represión de las manifestaciones celebradas tras el derrocamiento de Mursi, que se han saldado con más de un millar de muertos a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad.
Un muerto en protestas
Una persona murió y 40 resultaron heridas en los disturbios registrados anoche en Egipto, en el marco de la conmemoración del segundo aniversario de unas protestas contra el Ejército que se saldaron en 2011 con 40 fallecidos. El fallecido, indicaron fuentes de seguridad y médicas, es un joven de 18 años que recibió un disparo en la cabeza, efectuado con una pistola de perdigones, durante los enfrentamientos que estallaron en El Cairo.
En el centro de la capital, los choques entre partidarios y detractores del Ejército y también entre manifestantes y policía dejaron un total de 17 heridos. Se registraron enfrentamientos intermitentes durante toda la jornada, pero se recrudecieron a última hora de la noche, cuando la policía dispersó a los manifestantes congregados en la plaza Tahrir y la calle Mohamed Mahmud.
Las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos para desalojar estas zonas, que hoy permanecen cercadas por blindados del Ejército para evitar nuevas protestas. Algunos manifestantes intentaron además irrumpir en la vecina sede de la Liga Árabe, y en los enfrentamientos con la policía lanzaron piedras y cócteles molotov.
Una treintena de personas fueron detenidas durante estos disturbios que empañaron la conmemoración de los llamados «sucesos de Mohamed Mahmud».
Los revolucionarios rindieron homenaje ayer a las víctimas de las protestas de noviembre de 2011, que durante cuatro días reclamaron a la Junta Militar gobernante una hoja de ruta para una transición democrática.
Fuente: EcoDiario