«De vital importancia como base aérea de despliegue» por su ubicación define todavía la web del Ministerio de Defensa al aeródromo militar de Santiago. El mismo que desaparece del mapa del Ejército del Aire a partir del año que viene, dentro de un plan de reorganización que supondrá también el cierre de otras instalaciones en Ferrol y A Coruña. En concreto la información del Ministerio de Defensa en Internet apunta a «sus posibilidades de apoyo a las unidades de Fuerzas Aéreas, tanto nacionales como de la OTAN». Da igual, los 94.000 metros cuadrados de superficie, con 35.000 destinados a plataforma de estacionamiento de aeronaves, quedarán en desuso a partir del año que viene, en un plan de reorganización que, por ahora, no se sabe cómo afectará a la campaña de extinción de incendios que despliega el 43 Grupo de Fuerza Aérea.
Y es que, además de para desplazamientos de las tropas de la Brillat en sus misiones internacionales, el aeropuerto de Lavacolla es la base de los hidroaviones Canadair que cada año participan en la campaña estival de extinción de incendios.
Fuente: El Correo Gallego