Por segunda vez en el plazo aproximado de un año, una mesa preparatoria del Pleno del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas ha vuelto a rechazar la propuesta remitida por la Asociación de Tropa y Marinería Española “ATME” sobre la modificación del perfil de carrera de la Escala de Tropa y Marinería.
En la mesa preparatoria del 1º COPERFAS del 2014, celebrada el 19 de marzo de 2.014, fue rechazada por primera vez la propuesta ya que el representante de la Dirección General de Personal estimó que “no se considera el momento oportuno para su debate en el pleno toda vez que está pendiente el dictamen de la comisión de defensa del Congreso sobre la ley de la carrera militar”. Una vez que ATME estimó que se había cumplido esa condición al recibir el 14 noviembre de 2014 el Consejo de Ministros el informe del Ministro de Defensa sobre el proyecto de ley por el que se modifica la Ley de la Carrera Militar, no existiendo en su contenido nada que se refiriera a la mejora de condiciones laborales de su escala, la Asociación volvió a remitir su propuesta, siendo rechazada nuevamente el 12 de marzo de 2015. Esta vez el motivo ofrecido es: “La implantación de la propuesta requiere la modificación de la Ley de la Carrera Militar. Sin embargo, se encuentra en sede parlamentaria con las modificaciones conformes al dictamen de la Comisión de Defensa. En este dictamen no venía recogido el asunto propuesto”.
Ante este cambio de las “reglas del juego”, ATME solo puede estimar que no hay ninguna intención por parte de los representantes del Ministerio de Defensa de modificar el actual modelo de carrera militar de nuestra escala que a juicio de la Asociación va a llevar a crear una cantera de parados de larga duración, cuando los militares temporales deban abandonar las Fuerzas Armadas a los 45 años, y de paralización en sus expectativas para aquellos que hayan conseguido la condición de militar de carrera. A todo ello se deberá sumar el coste económico del actual modelo para el estado, que supone que para cada puesto de militar temporal que queda vacante, se deberá pagar por un lado un complemento del Reservista de Especial Disponibilidad al soldado que lo tiene que abandonar, (fijado en los presupuestos generales del Estado) y que se deberá abonar durante por lo menos 22 años a cada uno, más el sueldo del nuevo militar que lo ocupará, al que además se deberá formar, con los costes añadidos que eso supone.
Propuesta denegada: pensionar la cruz con distintivo rojo para el personal militar
Otra de las propuestas denegadas ha sido la modificación del Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento general de recompensas militares: cruces con distintivo rojo, con objeto de que la concesión de estas condecoraciones, como ocurre con la Guardia Civil y la Policía, sea pensionada.
A nuestra asociación le ha sorprendido la falta de sensibilidad del Ministerio de Defensa sobre este tema, ya que han estimado que otras condecoraciones “más importantes” tienen un porcentaje de pensión menor, además que supondría un incremento económico y que las recompensas son ante todo un honor.
Desde aquí nos hacemos la pregunta si puede existir otra condecoración más importante que aquella que se da, entre otros motivos, a título póstumo por haber muerto en misión, sirviendo los intereses de nuestra nación. Cabe recordar al Cabo Francisco Javier Soria, fallecido por disparos israelíes mientras estaba comisionado en el Líbano. Si Soria hubiese sido Guardia Civil, su esposa tendría en este momento una pequeña pensión debido a la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo que le fue concedido a título póstumo. Una vez más, parecen darnos a entender que nuestros fallecidos son de menor “categoría” y que nuestras familias necesitan menos atenciones que otros caídos en acto de servicio.
ATME