Pedro Pitarch:»ENTRE EL PERSONAL Y LA ENSEÑANZA»

PitarchPor fin, a las 14:50 de hoy, la Esperanza de Triana, la auténtica, después de 34 horas desde su salida ha regresado a su lugar natural en la capilla de los marineros. A partir de ahí la semana santa ha terminado para mí. Por eso, ya en el AVE de regreso a casa retomo con plena intensidad mi atención al blog. Y encuentro que el post precedente “DE TODO UN POCO (2)” está dando bastante juego. Especialmente en lo que se refiere al tema personal-enseñanza originado por la mención de un comentarista habitual a la figura del “aspirino desinflado” en las armas. Incluso algunos comentaristas, bien directa o bien “perifrásticamente”, han propuesto que ese tema se abordase monográficamente, ya que las vacaciones de semana santa habían impedido tratarlo con la amplitud y la profundidad que merece. Creo que, efectivamente, es así y de ahí la razón de este post. A la que hay que añadir que, según parece, las asociaciones profesionales incluidas en el Consejo de Personal no parecen estar muy contentas en cómo discurre «su» cosa.
Para propiciar rápidamente la discusión, a continuación se transcriben dos comentarios ya publicados, y posteriormente algunos pendientes de publicar sobre el tema referido. Así, D. Fernando Mogaburo propone que los comentaristas, “según su respectivo criterio, ordenen de mejor a peor preparado para el mando de una sección a los siguientes aspirantes, todos con el mismo coeficiente intelectual e idéntica preparación física: A) Un teniente recién egresado que haya superado el antiguo plan de estudios de la AGM, enfocado únicamente a contenidos militares. B) Un teniente que en esos mismos 5 años haya tenido que dedicar parte del tiempo a estudiar una Ingeniería de Organización Industrial. C) Un teniente de la antigua Escala Media de Oficiales, con 3 años de AGBS, 2 más en la Academia Especial y 6 de servicio. D) Un teniente de la Escala de Complemento, licenciado en Historia. E) Un brigada con 3 años de AGBS, 16 de servicio y también licenciado en Historia. F) Un sargento primero con 3 años de AGBS, sin estudios civiles, pero que lleve 16 años mandando una sección de forma interina.” 
Anteriormente, un comentarista Anónimo, pero que trasluce maestría y gran experiencia en cuestiones de personal, había escrito que “Sin perder de vista que en esto de la oferta de plazas no siempre llueve a gusto de todos (lo que puede beneficiar a ciertas personas puede no ser interesante para la institución, y viceversa), y sin olvidar otros “prejuicios” o ideas preconcebidas que todavía acompañan a los temas de personal en los ejércitos, voy a dejar una respuesta a las preguntas: Respecto a las 60 plazas para titulados para ingresar en 4º de «La General», claro que no hay suficiente personal en el ET que posean la titulación de INGENIERO. Ya que en las ofertas de 2011 y 2012 se ofertaron algunas plazas que no se cubrieron ni de lejos. Como no ha habido desde 2010 nuevos ingresos de MTM por las restricciones de la crisis, es lógico que no haya nuevos posibles aspirantes que hayan obtenido la titulación que se pide para esa promoción. Aunque sea “duro” decirlo, lo cierto es los ejércitos no quieren oficiales procedentes de promoción, sino que los prefieren jóvenes. Basta recordar que los que optaron a PI en 2011 y 2012 fueron suspendidos casi de un modo general (me refiero aquí a los que solo se les pedía selectividad) de modo que para algunos SBF o MTM era más fácil ingresar por acceso directo que por PI. El que se hayan aumentado las plazas de PI en las últimas convocatorias se debe a la restricción que, por la crisis, pone Hacienda a la oferta de plazas de acceso directo (10% de la tasa de reposición). Como sigue siendo necesario tener nuevos tenientes y ese 10% es muy poco , en Defensa, para responder a lo que demandan los suboficiales y MTP de cumplir la LCM y facilitar la PI, todo el exceso necesario a ese 10% se ofreció a la PI, con la flexibilidad de que se podía jugar con que las que no se cubran en un modelo fuera posible trasvasar al otro. Esa flexibilidad los ejércitos la usaron para incrementar el acceso directo (suspendiendo a los de PI) a cifras muy superiores al 10% (Hacienda se dio cuenta y a algunos le sacaron los colores). Esa es en breve la verdad. Por eso, a la pregunta de ¿que falla en el sistema de promoción interna?, yo respondería que falla la concordancia entre la filosofía que inspiró la LCM y el desarrollo que se ha hecho posteriormente. En este sentido creo que es un error que exista una única titulación, pues esa no era la premisa de los que pensaron el nuevo modelo. La resistencia de los ejércitos, influidos por el peso del mundo de la enseñanza que sigue siendo desmesurado, han dejado la cosa peor de lo que ya estaba. Pero, respondiendo algo más concreto yo diría que falla: – Que tenemos pocos SBF y MTM con la titulación exigida para el modelo de acceso con titulación – Que los ejércitos no creen en la PI porque no quieren que sus tenientes sean “viejos” – Que nuestra base de SBF más recientes proceden de haber sido MTM antes, en los que, en general, el nivel académico no es muy alto. – Que se exigien unas titulaciones muy concretas que no abundan precisamente. Es necesario abrir el abanico de esas titulaciones. ¿O es que un licenciado en Económicas, ADE, u otras no puede ser un magnífico oficial?. Respecto a la principal diferencia con respecto a la promoción interna de otros Ministerios, en mi opinión estriba en que en las FAS el factor edad es importante. No es lógico, ni rentable, sacar tenientes (al menos de los Cuerpos Generales) de más de 45-50 años. Eso sin olvidar los prejuicios a que me refería antes….. Por todo ello, quizás haya algo de verdad en eso de la «mano negra», pero ésta lleva uniforme aunque se desvíe la atención mirando a Defensa como responsable de todos los males.”
Pienso que con estos dos antecedentes hay suficiente materia para hincar el diente a este complejo combinado de personal-enseñanza. Algún comentario ya publicado y los pendientes de publicación en el post anterior, se pasan a éste esperando que ello no suponga inconveniente alguno para los respectivos autores. La palabra es ahora de los lectores.