ENTRE QUIMERA Y ENTELEQUIA

PitarchHace una semana me llegaron por varias vías sendas copias de un trabajo sobre unas futuras fuerzas de defensa catalanas. El documento está elaborado por un auto-titulado centro de estudios estratégicos de Cataluña, una especie de ONG al parecer ligada a un partido independentista de esa comunidad autónoma. No le di mayor importancia al tema, porque no quería que este blog fuera, en su caso, de los primeros en prestar atención a algo que, hoy por hoy, se sitúa entre la quimera y la entelequia. Y así se lo expliqué a los amables remitentes. El asunto ya ha tenido cierto eco en algunos periódicos y digitales. Yo mismo fui contactado el pasado viernes por un canal de televisión para una corta entrevista sobre ello. Ahora, por tanto, parece momento más propicio para tratarlo.

Solamente haré un análisis somero de dos aspectos del documento. Uno es de forma y otro de fondo. Formalmente, y adelantando mi respeto personal por los autores, el papel parece un atropellado borrador. Un “totum revolutum” donde se mezclan grandes formulaciones con objetivos e, incluso, con detalles mínimos. Todo parece metido con calzador: organización, infraestructuras, proceso de selección del personal, nivel de conocimiento del catalán por empleos, filtros de lealtad y lo que uno quiera imaginarse. Resulta, por tanto, difícilmente entendible desde el punto de vista metodológico. Parecería que sus autores se han atragantado al ingerir documentos de otros para cocinar su propio refrito. Ejemplo paradigmático de ello es cómo las misiones asignadas a las FAS en la Constitución y en la L.O. 5/2005 de la defensa nacional, son extrapoladas casi miméticamente al documento de la ONG, pero convertidas en objetivos de la defensa nacional de esa Cataluña independiente con la que sus autores fantasean. Resulta difícil contener la sonrisa al leer que “mantener la integridad territorial” figura como uno de los primeros objetivos de la defensa nacional de Cataluña, cuando esa misma formulación, como cometido de las FAS, suscita las más airadas críticas desde las instancias independentistas catalanas. ¿Qué cosas, Señor, qué cosas!
Entrando más en el fondo del papel, esa “futura fuerza de defensa de Cataluña” (FDC) es una mera hipótesis de segundo grado. Una hipótesis subordinada a otra previa: la existencia de un estado catalán. Solo en la fantasía de un estado catalán, de una Cataluña independiente, podría existir una FDC. Unas fuerzas armadas catalanas, en realidad, puesto que el documento habla de tierra, mar y aire. Vaya, que los autores propugnan embarcarse en un gasto de varios puntos de porcentaje de “PIB catalán” durante una porrada de años.
Pero, ojo, que la hipótesis tiene su fondo político por tratarse de un campo en el que no caben ni ambigüedades, ni globos-sonda, ni el consabido juego —tan hábilmente utilizado por la política “pujolista” en sus relaciones con Madrid— del “dos pasos adelante y uno hacia atrás”. Porque, en cualquier estado, las Fuerzas Armadas son el brazo armado de la Nación y uno de los símbolos o instrumentos supremos de la soberanía nacional. Y, en el caso concreto de España, el artículo 149.4 de la constitución dice que ”el estado tiene la competencia exclusiva sobre Defensa y Fuerzas Armadas”. Por ello, el trabajo de la ONG como tal, en abstracto, es uno más de los miles y miles de productos que sobre cualquier cosa se pueden leer en internet. Pero caso distinto sería que se adoptara como documento de planeamiento por alguna instancia oficial catalana. O, incluso peor, que alguien sucumbiera a la tentación de iniciar algo parecido a un embrión de esa fuerza. Porque en cualquiera de los dos no cabrían ni paños calientes, ni pasar la pelota a los jueces: el estado tendría que intervenir inmediatamente, y con todos los medios necesarios a su alcance, para abortar tal hipotético proceso. Cada cosa en su sitio.
Fuente : blogdepitarch