«Compartimos la pasión por la mar, una vocación que debemos mantener siempre viva», escribió el director de la Escuela Naval Militar, Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, en el libro de honor del Gremio de Mareantes de Pontevedra. La histórica cofradía designó Miembro de Honor al comandante, en un acto que mantiene la tradición entre ambas entidades.
F. M. – MARÍN La relación entre la Escuela Naval Militar y el Gremio de Mareantes es tan antigua como ambas instituciones. De ahí que cada nuevo responsable del centro militar sea designado miembro de honor de la histórica cofradía pontevedresa. El Gremio acogió ayer al nuevo comandante de la Escuela Naval, Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, en un acto protocolario en el que se le impuso la medalla de honor del colectivo.
El comandante agradeció este nombramiento recordando las cualidades que unen a ambos colectivos: «la pasión y la vocación por el mar».
Una vocación «que Pontevedra debe recuperar, para dejar de darle la espalda, como viene ocurriendo desde hace un tiempo», apuntó en su discurso el presidente del Gremio de Mareantes, José Luis Arellano. «Ya forma parte de nuestra familia, considérese en su casa», indicó el responsable del gremio al comandante Sobrino, que ensalzó, por su parte, la tradición que mantiene viva esta cofradía marinera desde la Edad Media.
Juan Luis Sobrino agradeció el nombramiento como «un privilegio», por pasar a formar parte del gremio más antiguo de España. Recordó a los cofrades que al igual que los miembros de la Escuela Naval Militar, les une la vocación marinera, que los alumnos de este centro combinan además con una «vocación de servicio público», apuntó.
Fuente: El faro de Vigo