Jesus Argumosa:»LA CIBERGUERRA: «GUERRA FRÍA» EN EL S. XXI»

Jesus_ArgumosaEn los últimos días, la Casa Blanca ha vinculado los reiterados ataques cibernéticos sufridos con una unidad secreta del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino. De acuerdo con el Gobierno norteamericano, estos ataques suponen un grave desafío para la seguridad y para la economía de Estados Unidos. Todo indica que la guerra fría vivida por los Estados Unidos y la Unión Soviética, durante la segunda mitad del siglo XX, ahora se ha transformado en una guerra digital entre las dos grandes potencias del siglo XXI, Estados Unidos y China.

Se puede considerar a la ciberguerra, guerra digital o guerra informática, como el conjunto de acciones que se realizan para producir alteraciones en la información y los sistemas del enemigo, a la vez que se protege la información y los sistemas del atacante. También se la puede denominar como guerra encubierta. En principio, los ataques informáticos no son considerados como ataques armados.

El asunto reviste una gran importancia estratégica, especialmente en unos momentos en que Estados Unidos y China están desarrollando una política de cooperación y asociación pues ambos se necesitan mutuamente. Si bien es verdad que China es una fortaleza económica y actúa como banquero de Estados Unidos, también es cierto que el actual sistema financiero y económico mundial establecido por los norteamericanos, junto el riesgo asumido por las inversiones de sus empresarios, les resulta favorable al país de la Gran Muralla.

Como decía en mi anterior entrada en este blog, estamos entrando en una nueva era en la que el concepto y la justificación de los modernos tipos de guerra están cambiando de forma acelerada. Las tecnologías emergentes están proporcionando unas inéditas formas de actuar que han revolucionado totalmente nuestras tradicionales operaciones en el campo de la seguridad y la defensa.

En realidad, ya llevamos una veintena de años sufriendo diferentes ataques cibernéticos. Desde los ataques chinos a Taiwan, en el año 2003, hasta los recientes ataques contra más de un centenar de entidades norteamericanas, pasando por la agresión cibernética rusa contra Estonia, en el año 2007, la ofensiva digital rusa contra Georgia, en al año 2008, o el ataque al programa nuclear iraní con el virus Stuxnet, en el año 2010, por parte occidental, entre otros, las actividades de esta guerra encubierta ya son habituales en estos años de cambio de siglo.

Aunque cerca de medio centenar de países del mundo tienen unidades de inteligencia cibernética, entre los que destacan, Estados Unidos, China, Israel y Francia -con independencia de algunas organizaciones terroristas-, al ser en los dos primeros, las dos superpotencias del siglo XXI, donde se originan más ataques cibernéticos, exige que existan estrechas negociaciones entre ambos con el objeto de mantener el equilibrio de seguridad internacional.

El verdadero reto de seguridad mundial en esta era de la ciberguerra, la nueva guerra fría, reside en que las dos superpotencias sean capaces de mantener la paz y estabilidad mundial como ocurrió, a grandes rasgos, durante la vieja guerra fría. Dejo, en manos del amable lector, juzgar si esta apuesta puede ser posible o no.

Fuente: Atenea