El Ejército de Tierra inició, en el segundo semestre del pasado año, el desarrollo de una estructura de captación totalmente profesionalizada, frente al anterior modelo que era cubierto por equipos que no tenían una dedicación exclusiva, dedicándose a la referida tarea de captación en ciertas épocas del año, sin perjuicio de las funciones de sus destinos habituales. Para ello, se han creado cinco Puntos de Información Específicos (P.I.E.), repartidos por la geografía nacional, con unas plantillas fijas de personal especializado en la tarea.
Parece una buena noticia. Lo que ocurre es que, precisamente coincidiendo con el inicio de la nueva estructura, los correspondientes equipos tienen su cometido totalmente limitado ya que, ni en 2012 ni en lo que va de 2013, ha habido ninguna convocatoria de plazas de tropa y marinería. En todo caso, tampoco parece que la actual situación de paro juvenil hiciera precisar de grandes esfuerzos informativos para captar futuros soldados o marineros. Basta comprobar que, día tras día, una de las informaciones más leídas en este diario digital es la que tiene como titular «Defensa no convocará nuevas plazas de tropa y marinería hasta 2013«, a pesar de que, por su antigüedad, la información está fuera de la portada del diario desde hace muchas semanas.
El problema de la cobertura de plazas de tropa en los ejércitos tiene muy mal arreglo. Cuando la economía nacional marcha bien y hay dinero suficiente en los presupuestos para reclutar nuevos soldados, no hay apenas paro y, por tanto, las posibilidades de cubrir las plazas con personal de suficiente calidad es muy escasa. En cambio, cuando el paro llevaría a los ejércitos un sinnúmero de aspirantes, las malas circunstancias económicas impiden la convocatoria de nuevas plazas, como ocurre en la actualidad.
De los 80.000 individuos de tropa y marinería que podrían formar nuestros ejércitos, estamos en la actualidad algo por encima de los 78.000. Pero esas más de 1.000 plazas no acaban de ser convocadas, ante la impaciencia por saber y la frustración de las esperanzas de muchos aspirantes, y dejando en las plantillas militares, huecos especializados muy difíciles de cubrir. Parece que se apuntan informaciones (¿será por los «brotes verdes» que el presidente no quiere nombrar?) que hablan de posibles convocatorias en F.C.S.E., abogados del Estado, diplomáticos. Se precisa que, desde Moncloa (porque suponemos que estos temas no bajen de ese nivel), se clarifique la situación y que, tanto los jóvenes españoles como las Fuerzas Armadas, sepan a qué atenerse para este año 2013?
Fuente: Atenea