El pasado día 6 de octubre de este año un vehículo aéreo no tripulado iraní fue abatido por la fuerza aérea israelí. Lo preocupante de este hecho no fue el derribo en si mismo sino que se constató que este vehículo antes de ser derribado había recorrido toda la costa israelí de norte a sur, los yacimientos de gas cercanos a la costa e incluso las bases navales de Haifa y Ashad. Un gravísimo fallo en la cobertura del espacio aéreo israelí. Este error dio pie a una intensa revisión de todo el conjunto de la defensa aérea de Israel, revisión que fue completada con unos ejercicios conjuntos con los EEUU, cuyas fuerzas armadas no escatimaron esfuerzos en esta ocasión.
La reciente finalizada ofensiva de Hamás contra Israel mediante el masivo lanzamiento de cohetes no ha sido todo lo eficaz que esta organización hubiera querido, y ello debido, entre otras razones, a que la ha desencadenado precisamente en el momento en el que la defensa israelí estaba mejor preparada.
Los dirigentes de Hamás han celebrado la finalización momentánea del conflicto como una victoria, algo inexplicable, pues los hechos están ahí: práctica destrucción de casi todos sus medios de lanzamiento de cohetes y apenas bajas entre la población israelí mientras que la carnicería entre su población ha sido notable. Yo no veo motivos para su alegría sino todo lo contrario. Ya pueden dar gracias a que la presión internacional se ha impuesto y ha parado lo que en toda operación militar es fundamental: la explotación del éxito de la parte israelí. Algo que ha sido objeto de fuertes criticas en Israel. Claro que hay elecciones cercanas y esto explica algo el por qué del cese del ataque final.
Volvamos a donde estábamos.
La para mí incompleta victoria israelí tiene un protagonista indudable: la eficacia de su defensa aérea basada fundamentalmente, entre otros, en el sistema de interceptación de cohetes y proyectiles “Iron Dome”. Un sistema desarrollado por la avanzada ingeniería de defensa israelí.
Una eficaz defensa aérea se basa en la integración total de un conjunto de sistemas: conocimiento exacto y puntual del espacio aéreo, baterías de defensa contra misiles, baterías de defensa contra cohetes, reacción de aviones de combate,… etc.
Y… la negación al enemigo de su libertad de acción. Dicho de otra forma: evitar que éste nos controle y tenga conocimiento de lo que hacemos.
Israel tiene la práctica totalidad del control de todo lo que vuela en su escaso espacio aéreo; sin embargo hay o había un punto débil. Me estoy refiriendo a los sistemas de control del espacio aéreo que Siria, o mejor dicho, Assad y su ejército tienen en territorio sirio.
Hasta ayer – luego explicaré por qué hablo de ayer – Siria disponía de un sistema denominado M-1 de construcción rusa. Un complejo sistema de control del espacio aéreo con las siguientes capacidades: monitorizar y controlar todos los movimientos aéreos israelíes a lo largo del Negev, servir de guía a los posibles misiles sirios con objetivos en cualquier parte del territorio de Israel en sincronización con las instalaciones de defensa aérea en Damasco y en los Altos del Golán y finalmente la cobertura de todos los movimientos navales en la costa mediterránea de Israel y Líbano.
Este sistema también tenía la capacidad de trasladar a Hizbollah en el sur del Líbano los movimientos de fuerzas israelíes lo que en el caso de una repetición del conflicto del 2006 hubiera sido de muchísima utilidad para la organización terrorista palestina.
Podemos deducir, entonces, que la existencia de este sistema hacía incompleta la defensa aérea del territorio de Israel.
Habrán observado que escribo en pasado a propósito de todo esto pues el pasado día 26 de noviembre el sistema M-1 ha sido destruido por completo por las fuerzas de oposición al régimen sirio, haciendo un inmenso favor al sistema de defensa aérea de Israel que da título a estas líneas.
Y todo esto se produce al mismo tiempo en el que técnicos de la OTAN, o para ser más exactos, de los EEUU, instalan en la frontera de Turquía con Siria, el sistema de defensas antimisiles “Patriot”, el sistema más avanzado del mundo.
Entender cuanto sucede en Oriente Medio es complejo y muy difícil, sin embargo si uno lo analiza desde una perspectiva global sucede que a veces se entiende el problema mejor.
Son muchos los problemas particulares de cada país árabe pero sin duda existe un mínimo común denominador que no es otro que el odio a Israel y a lo que representa. La desaparición de Israel es objetivo común a todos ellos y, hoy, la posibilidad más cercana de que esto pudiera ser factible radica en que Irán alcance la posesión del arma nuclear; algo que cambiaría por completo el panorama en Oriente Medio y en el mundo. He repetido en contadas ocasiones que estoy convencido que Israel no va a permitir en ningún caso que esto suceda y que llegado el caso de ver amenazada su seguridad no dudaría en lanzar el anunciado tantas veces ataque contra las instalaciones nucleares de Irán. Preferiblemente con los EEUU pero si no fuera así lo haría en solitario. De desencadenarse este ataque el Estado Mayor israelí sabe que lo que vendría a continuación sería la contraofensiva iraní mediante el seguro lanzamiento de misiles – Irán los tiene – desde el propio territorio iraní, desde el sur del Líbano (Hizbollah) y desde la franja de Gaza (Hamás).
¿Se comprenden ahora las preocupaciones extremas del mando de Israel en completar su defensa aérea?
Es algo vital para su supervivencia y no me extrañaría nada que detrás de las milicias sirias que han destruido el sistema M-1 hubiera alguien más que las propias milicias opositoras a Al – Assad.
Las negociaciones diplomáticas con Irán prosiguen y combinado esto con los efectos de los ataques sutiles contra sus instalaciones nucleares, así como la eliminación física de sus ingenieros, dan a juicio de los dirigentes israelíes y occidentales, un plazo calculado de unos ocho meses antes de tomar la decisión de atacar o no.
Mientras tanto Israel y los EEUU completan la defensa aérea por todos los medios. El día 26 de noviembre la acción ha sido la destrucción del sistema M-1 en Siria. Han sido las milicias sirias pero si beneficia a alguien esta acción es sin duda a Israel.
Fuente: Republica