Juan Chicharro:»La cuestión es prevenir»

Juan_ChicharroDentro del concepto de guerra total y universal que el islamismo radical libra contra el mundo occidental, el Sahel estaba comenzando a ser tierra abonada al efecto. Es un hecho denunciado y advertido desde hace ya tiempo por la diplomacia occidental hasta el punto de que, incluso, la posibilidad de la materialización de lo que otrora era una hipótesis, y hoy una realidad, ha sido contemplado como un riesgo serio para la seguridad en los países occidentales. Entre ellos España. En efecto, una desestabilización del norte de África supondría algo más que una simple amenaza. Es por ello que la pronta y decidida intervención de Francia, que no de la dubitativa, tardía y lenta reacción de la Unión Europea, ha supuesto un paso muy positivo para poner fin y controlar la amenaza creciente que la extensión de las redes islámicas radicales suponía. Otro tanto cabe decir de la decidida intervención de Argelia ante la acción de bandas terroristas a la búsqueda de rehenes. Y por lo que se refiere a nuestro vecino Marruecos vemos como no obvia el fortalecimiento de los medios adecuados para el control férreo de su territorio. Así es, el rearme de sus fuerzas armadas está siendo muy notable; y todo ello con la decidida cooperación de los EEUU y de la misma Francia.

En definitiva, a partir de ahora, con los países más importantes del norte de África ejerciendo una política decidida de evitar la desestabilización de sus territorios y con la ofensiva clara lanzada sin paliativos por Francia, la situación geoestratégica y geopolítica se aclara bastante y al menos no empeora.

Veamos con más detalle el rearme de nuestro vecino marroquí. Por lo que al ejército de tierra se refiere destaca la adquisición de 200 carros de combate “Abrams” junto a un total – en el mismo paquete de compra – de 200 ametralladoras M2 y 400 M250 además de 1800 proyectiles. Lo mismo cabría decir respecto a la modernización de su artillería de campaña y a la adquisición a Arabia Saudí de helicópteros “Apache”. Añádase a todo esto la adquisición de 24 cazabombarderos F16 con un buen número de misiles antiaéreos y bombas guiadas por laser y UAV,s de reconocimiento entre otras compras de entidad.

El pretexto de este enorme esfuerzo económico no es otro que el de la lucha antiterrorista y el conflicto en el otrora Sáhara Español.

Llama más la atención la potenciación naval de sus fuerzas que se materializa con la recién construida e importante base naval de Alcazar-Seguir a 40 km de Tánger y con la adquisición del sistema de vigilancia radar “sea revue” que permitirá a Marruecos un control efectivo del estrecho. Además, claro está, de la incorporación a la lista de sus buques de combate de tres corbetas tipo SIGMA construidas en Holanda, junto a una Fragata de última generación construida en Francia tipo ” FREMM”.

Sin duda la conjunción operativa de estas unidades navales con los actuales y nuevos medios de combate aéreos proporciona a Marruecos un salto cualitativo de importancia para su presencia e influencia en la mar.

Y decía que esta potenciación aeronaval me llama más la atención que la terrestre propiamente dicha, pues si bien esta última puede tener su justificación por las razones expuestas al principio de este articulo no se ve la influencia que buques y cazabombarderos puedan ejercer en esos cometidos.

Analicemos esto desde otra perspectiva.

Recientemente el Gobierno español autorizó a la compañía petrolera Repsol a realizar prospecciones petrolíferas en la mar a unos 60 km de las costas de Lanzarote y Fuerteventura. En un país como España que depende en un 99% de la importación de petróleo y gas, el descubrimiento de estos yacimientos supondría una noticia de alcance extraordinario. Sucede lamentablemente que, hoy por hoy, la soberanía de estas aguas está ligada a la declaración de las 200 millas de las aguas canarias respecto de Marruecos, algo que el derecho internacional no tiene tan claro. Y menos aún Marruecos. No está de más recordar que la Zona Exclusiva que este país contempla desde 1981 engloba prácticamente todas las Canarias lo que quiere decir que también la zona donde se encuentran los posibles yacimientos petrolíferos. Es decir, en las aguas en las que Repsol se dispone a hacer prospecciones, no existe una línea divisoria de las zonas de explotación económica exclusiva aceptada oficialmente por Madrid y Rabat. Sí que existe una limitación oficiosa respetada de facto por ambos países hasta el momento. Sin embargo, ya veremos que sucede si realmente se encontrara petróleo en abundancia en la zona. Esta situación podría ocasionar una crisis entre ambos países en la que las capacidades aeronavales de cada uno de ellos tendrían mucho que decir. Tal vez esté aquí una de las razones de la potenciación de la Marina Real Marroquí además de incrementar su capacidad de influencia en el Estrecho de Gibraltar. Y todo esto sin olvidarnos de las plazas de soberanía española en el norte de África que como bien sabemos están fuera del paraguas de seguridad de la OTAN.

El ministro de Defensa acaba de declarar recientemente que sería muy peligroso para España el recortar aún más los presupuestos de las FFAA y que estamos en una situación límite al respecto. Bien, al menos se reconoce la situación presente, que de no remediarse no va a ir a mejor sino todo lo contrario.

Todos los indicadores relacionados con la actitud de nuestro vecino marroquí no son alentadores cara a una previsible crisis en un mediato futuro en la que entrarán en danza el contencioso sobre Ceuta y Melilla a la par que la titularidad de unos posibles yacimientos petrolíferos en aguas no reconocidas oficialmente como españolas.

Mi desconfianza sobre la resolución de esta hipotética crisis es grande así como mi preocupación por la situación límite en la que se encuentran nuestras FFAA.

Desconfianza acentuada genéticamente por lo que a mí se refiere pues pertenezco a esa generación de oficiales que en el año 1975 nos encontrábamos listos y motivados para luchar por defender lo que se nos decía que era tierra española – me refiero al antiguo Sahara español – contra la presencia del amenazante ejército marroquí. Se nos arengó y motivo a ello de forma explícita y tan sólo unos días después se nos ordenó retirarnos y entregar el territorio sin más.

Fuente: Republica