A cada paso un saludo, un apretón de manos. En su ciudad natal, Ferrol, a Arsenio Fernández de Mesa (1955) no le hace falta ser director general de la Guardia Civil para que lo reconozcan. Pero lo es, y presume de ello: «Para mí es todo un honor estar al frente de la Guardia Civil». De Mesa quiere cumplir «la misión» que se le ha encomendado, y cuando deje el puesto decirle a quien le releve: «Sin novedad».
-¿Qué se siente mandando a más de 83.000 guardias civiles?
-Pues una gran responsabilidad, y sobre todo una gran preocupación por la mayor parte de las decisiones que hay que tomar cada día. Siento una gran responsabilidad ejerciendo este cargo, desde el minuto cero.
-En la toma de posesión del general jefe de Galicia dijo usted: «Que nadie se llame a engaño. El que no quiera estar en la Guardia Civil que se vaya». ¿Por qué lo dijo?
-Porque la naturaleza militar de la Guardia Civil está fuera de discusión. Y este Gobierno está totalmente decidido a mantenerla. Y lo he hablado con el líder de la oposición y también coincide en mantener la naturaleza militar del cuerpo. ¿Por qué? Porque ha sido así desde su fundación, en 1844, y porque los países del entorno tienen fuerzas de gendarmería de la misma naturaleza que la española.
-Pero sí es cierto que se producen peticiones desde distintos ámbitos para lograr la desmilitarización de la Guardia Civil.
-Ha habido, y hay, voces en muchas ocasiones pidiendo la desmilitarización. Pero todo el mundo sabe a dónde viene. Sabe que viene a un cuerpo de naturaleza militar. El que no quiera venir que no venga. Todo el mundo sabe que aquí nadie viene a hacerse rico. Lo que no tiene ningún sentido es que una vez que se está dentro se trate de cambiar las reglas del juego.
-Parece que el anterior Gobierno socialista trataba de unificar los dos cuerpos.
-Unificó las direcciones generales de la Policía y de la Guardia Civil, pero el estatus de los dos cuerpos lo dejó exactamente igual, nunca llegó a cuestionar la naturaleza militar de la Guardia Civil. Y yo creo que recuperar la identidad de cada uno de los cuerpos ha vuelto a poner a cada uno en su sitio.
-¿Se llevan bien la Guardia Civil y la Policía Nacional?
-Creo que se llevan bien. Hombre, siempre puede haber rivalidades. Pero creo que esa sana competencia no es mala. Los miembros de cada uno de esos cuerpos de seguridad del Estado son conscientes de cuáles son sus funciones, y los dos tienen unos resultados tan excepcionales que son las instituciones mejor valoradas por los españoles.
-A principios de semana Resistencia Galega colocó dos artefactos explosivos en Vigo. Supongo que el terrorismo de todo tipo es una de las mayores preocupaciones del director general de la Guardia Civil.
-Seguro. La lucha contra el terrorismo no para. Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional están en alerta permanente contra el terrorismo.
-¿Este grupo gallego supone una preocupación especial para la Guardia Civil?
-La Guardia Civil trabaja todos los días para que eso no exista, y tiene preocupación por todas las cuestiones terroristas, incluido el nacionalismo radical gallego, Resistencia Galega, pero como con cualquier otro que pueda estar operando.
-¿Y tiene alguna información sobre esa banda?
-La información que tiene la Guardia Civil es absoluta. Pero no tiene ningún sentido alarmar ni decir por dónde van los tiros. La Guardia Civil no va a bajar un escalón en su presión para erradicar el terrorismo y poner a disposición de la Justicia a todos los que pertenezcan a ondas terroristas, porque su misión es tener una Galicia que viva en paz y en tranquilidad.
-Parece que nunca se acaba el terrorismo de ETA.
-ETA no se ha disuelto ni ha entregado las armas. Y las palabras que pueda decir una banda terrorista tienen credibilidad cero. Absolutamente cero. Ha habido muchas muertes, mucha tragedia, muchos asesinatos, como para que de la noche a la mañana nos creamos que con un anuncio se ha terminado todo. De ninguna manera. Guardia Civil y Policía Nacional siguen trabajando. Mientras no haya una disolución y una entrega de las armas seguiremos trabajando para evitar las tragedias que causa el terrorismo.
Fuente: La Voz de Galicia