Desde que entró en vigor el pasado año 2012 el Real Decreto Ley 20/2012, de 14 de julio que fijó en el artículo 9 punto 2, una disminución de los haberes de los funcionarios que estuviesen de baja laboral por «contingencias comunes» o sea por estar enfermo y no ser enfermedades laborales, las bajas han caído en picado, sin embargo también ha ocurrido que muchos enfermos para evitar perder parte de su salario, han acudido al centro de trabajo estando enfermos, en el caso de aquellos con infecciones infecto-contagiosas, esta medida ha puesto en riesgo al resto de compañeros sanos, siendo el centro de trabajo un lugar de contagio.
Como quiera que fuese en el panorama asociativo profesional y desde las aseguradoras se contraatacó mediante seguros de bajas médicas que permiten recuperar esos importes detraídos de las nominas de los militares. Aseguradoras como Generali Seguros, AXA, Agrupació, etc. fueron las que iniciaron una guerra de precios por lograr cubrir a los militares de este Real Decreto Ley que mermaba sus ya exiguas nominas y que les obligaba a incluso aunque cayesen enfermos a acudir al centro de trabajo enfermos.
AUME, ASFASPRO, ATME y la ONG militar OATM, que permite adscribirse a cualquier otro asociado de las anteriores a su seguro, permiten lograr dicha cobertura. Los precios en todos los casos rondan entre los 15 y 20 €/año. La única oferta flexible es la ofrecida por Agrupació para ATME y OATM que permite a los socios decidir cual es la cuantía que quieren abonar y percibir por estar de baja. Lo que si cambian son las condiciones particulares de las pólizas, desde aquellas que abonan la compensación desde el primer día, hasta aquellas en las que existen límites de siniestros (bajas) a declarar anualmente. En cualquier caso todo lo que hacen las asociaciones profesionales y este mundillo asociativo parece estar encuadrado en un muy competitivo entorno para satisfacer servicios de socios y que otorguen una diferenciación frente a la «otra» asociación.
Manuel J. P.R.