El ministro de Defensa, Pedro Morenés (Getxo, Bizkaia, 1948), regresaba de un homenaje a la bandera nacional en Maqueda (Toledo) cuando conoció el pasado lunes, a la vez que el resto de los españoles, la noticia de la abdicación del Rey. Reconoce que le produjo “cierta pena, por el cariño” que siente hacia don Juan Carlos. Pero relativa sorpresa. “Más por el momento que por la decisión”. Hoy acompañará al Rey y al Príncipe en un Día de las Fuerzas Armadas muy especial: el último de don Juan Carlos como Mando Supremo de los tres ejércitos, a los que condujo desde la dictadura a la democracia no sin algún sobresalto, como el golpe del 23-F.
Pregunta. ¿Cómo han recibido la abdicación los militares?
Respuesta. Depende de la edad. A los mayores, cuando has tenido una cercanía como ha tenido el Rey con ellos, y viceversa, supongo que les producirá tristeza, pero las Fuerzas Armadas tienen perfectamente asumida la continuidad de la institución.
P. En su momento, las Fuerzas Armadas trasladaron su lealtad de Franco al Rey y eso fue muy importante para el éxito de la transición. ¿La trasladarán ahora a su hijo Felipe VI?
R. Estoy convencido de que sí. Las Fuerzas Armadas tienen un altísimo concepto de lo que es la normalidad constitucional en un Estado de derecho. Probablemente sea la institución que más claro lo tiene y así lo demuestra día a día.
P. ¿No habrá un acto en el que se escenifique esa lealtad?
R. No es necesario. El Príncipe ha estado en múltiples actos de las Fuerzas Armadas, tiene muchos amigos entre los militares, eso a nivel personal; y, a nivel institucional, cuando sea proclamado Rey, será el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Durante estos años, el Príncipe se ha ocupado muchísimo de conocer la situación de los ejércitos, de eso puedo dar fe, porque algún despacho he tenido con él, y supongo que mis antecesores también.
P. ¿Estará el Príncipe en las entregas de despachos de las academias militares en julio?
Ningún país sólido cuestiona permanentemente su Constitución”
El toro que viene siempre parece más grande que el que ha pasado”
R. Estaba prevista su presencia en alguna… Ahora, como Rey, deberá considerar si acude, yo desde luego se lo voy a pedir.
P. ¿Considera legítima la demanda de quienes piden un referéndum sobre la Monarquía?
R. Las demandas en una sociedad libre tienen la legitimidad que cada uno considere, pero no hay progreso y bienestar, ni siquiera libertades, si no tenemos estabilidad. Y eso es algo que, desde mi experiencia personal, ha dado la Corona en los últimos 40 años.
P. Se ha dicho muchas veces que la sociedad española era juancarlista, no monárquica.
R. El Rey ha encarnado a una institución que ha dado a España la mayor etapa de progreso que ha conocido. Tengo la confianza y el entusiasmo de que quien va a sucederle consolide esa capacidad de generar estabilidad. Es un conjunto: la institución y quien la encarna. Creo que el Príncipe tiene todas las condiciones para encarnarla bien. Si tenemos a la persona, la institución funcionará.
P. La Constitución fue un pacto, pero los españoles que hoy tienen menos de 57 años no pudieron votarla. ¿No debe tener cada generación el derecho de revisar ese pacto?
R. Si eso lo aplicáramos a EE UU, habría 15 o 20 generaciones de americanos que no han votado la suya. Una cosa es que la Constitución deba adaptarse a las circunstancias para cumplir mejor su función… Eso me parece perfectamente válido, pero ningún país sólido, avanzado y democrático cuestiona permanentemente su Constitución. Y nosotros no debemos ser distintos.
No me sorprendió que Mas viniera a pedirme que mantenga la academia en Talarn”
P. El Príncipe llega al trono en un momento muy delicado: con una crisis cuyos efectos aún sufren millones de españoles, el bipartidismo en crisis, el desafío soberanista y la valoración de la Monarquía bajo mínimos…
La defensa de la unidad de España no es patrimonio de los ejércitos”
R. Yo creo que debemos tener serenidad. El toro que viene siempre parece más grande que el que ha pasado… Lo que hay que hacer es ver cómo gestionamos todas estas situaciones, que obviamente no son fáciles, pensando siempre en el interés general. Mi única receta es: si usted está al timón, tiene que pensar en los que van dentro de la nave. Cualquier desviación hacia intereses particulares pone en riesgo la convivencia.
P. El soberanismo catalán ¿es un miura o una vaquilla?
R. Es algo que afecta a lo que acabo de decir: al interés general de todos los españoles, incluidos los catalanes. Hay que convencer de que juntos estamos muchísimo mejor que separados. Es una evidencia empírica. Creo que no es un buen camino y que hay que gestionarlo sin perder de vista que merece la pena luchar por el interés general. Esa es mi visión.
P. ¿Y qué hacer cuando un gobernante anuncia que va a convocar un referéndum ilegal?
R. Aplicar la ley. Si uno ha jurado cumplir y hacer cumplir la ley, tiene que hacerlo.
P. ¿Cómo viven las Fuerzas Armadas que alguien plantee que quiere romper España?
R. Los militares tienen, y no es patrimonio de ellos, ni debe serlo, el sentido de que la unidad de España es un bien para todos los españoles, sin excluir a ninguno. La España de hoy es el fruto de un proyecto compartido y, por tanto, [los militares] tienen la misma preocupación que tenemos todos por que ese proyecto que ha generado bienestar, libertad, justicia, credibilidad exterior, se pueda poner en tela de juicio ahora.
P. Algunos interpretan que el artículo 8 de la Constitución atribuye a las Fuerzas Armadas una especial responsabilidad sobre la unidad de España…
R. La Constitución dice muchas cosas. Dice que España es una nación. Dice que el Rey es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Que la política de defensa la dirige el presidente del Gobierno y, por debajo de él, el ministro. Ahí se establece la línea de mando a partir de la cual las Fuerzas Armadas tienen una serie de misiones…
P. ¿La defensa de la unidad de España no es patrimonio de los ejércitos?
R. De ninguna manera. La responsabilidad es de todos los españoles, del pueblo español en su conjunto, que es donde radica la soberanía.
P. ¿Le sorprendió que el presidente Mas viniera a pedirle que mantuviera la academia de suboficiales en Talarn?
R. No, porque en mi primer año de ministro fui a Talarn y el presidente Mas me dijo que era bueno que la academia siguiese allí. Estudiamos incluso un uso compartido, pero al final no va a ser así, pues prácticamente la vamos a utilizar al 100%.
P. ¿No es una paradoja que te quieras ir de España y pelees por mantener la principal instalación militar en Cataluña?
R. En Cataluña hay muchas instalaciones militares. Supongo que Mas, al final, también está en las cosas del día a día. La política tiene mucho que ver con la realidad. O debe tenerlo. Y la realidad es la que es.
Fuente : Elpais