El personal de vigilancia del hospital Militar se plantea una huelga como protesta por las dos mensualidades que acumulan sin cobrar. El impago, que afecta a 12 trabajadores, alcanza a los meses de julio y agosto, aunque el colectivo asume que tampoco recibirá la nómina de septiembre.
Desde la empresa Esabe, encargada de la gestión del servicio desde enero de este año, se apela, según los vigilantes, a retrasos en los pagos por parte de la Administración pública, pero los vigilantes desconfían de esta versión. «Sabemos a ciencia cierta que el hospital Militar está al corriente de pagos con la empresa y que esta la que no está pagando, aunque ya nos temíamos algo así dados sus antecedentes», argumentó uno de los afectados.
Así, el personal armado que presta servicio en el centro sanitario decidirá en las próximas horas si se lleva a cabo la convocatoria de una huelga porque «ya no podemos más y esta situación está provocando graves consecuencias a los afectados», indicaron desde un sindicato. De hecho, el colectivo asegura que uno de los vigilantes se ha visto obligado a recurrir a Cáritas para alimentar a su familia.
Por eso, el personal, por su parte, considera el paro como «la última medida de presión que podemos ejercer porque otras ya no dan resultados» y añadieron que la empresa «también incumple el convenio colectivo al estar pagándonos por debajo de la cantidad indicada en este». En este sentido, la cuantía media que se adeudaría a cada trabajador rondaría los 1.000 euros mensuales. «De hecho, ni siquiera nos han dado ropa de verano y llevamos todo el verano de manga larga».
Fuente: Periodico Aragon
De hecho, la incertidumbre también alcanza al futuro, ya que los trabajadores desconocen si se producirá un relevo en la contratación de la empresa encargada del servicio. «El hospital depende del Mnisterio de Defensa, que nos dice que está atado de pies y manos, pero nosotros no dejamos de escuchar rumores de que habrá una empresa nueva en octubre, aunque, días después, te dicen lo contrario, así que no sabemos nada y esa incertidumbre dificulta todavía más la situación»