Las tropas españolas no participarán en una misión de combate en Mali. Tampoco las de la Unión Europea, ni siquiera las de Francia, según el ministro de Defensa, Pedro Morenés, que ha recordado que serán las tropas de los países africanos de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) las responsables de combatir en el norte de Mali con los insurgentes de los grupos yihadistas para devolver «la estabilidad» al país y «restituir su unidad territorial». Por lo tanto, la intervención de Europa se limitará a la formación de estas tropas, con un grupo de formadores asentado en Bamako al que España aportará unos 50 militares, y con el apoyo logístico para que puedan desarrollar su misión.
«Mali, y la influencia del terrorismo allí, es esencial para nuestra seguridad. Todos los países que hacen frontera en el norte y el oeste son fundamentales para España», ha dicho Morenés, que ha recordado, en una entrevista en Onda Cero, que la decisión de que sean las tropas africanas las que combatan en el norte de Mali la tomaron los 27 ministros de ministros de Exteriores de la Unión Europea en su reunión extraordinaria del jueves en Bruselas.
Morenés ha razonado que este acuerdo se basa en una decisión de la ONU tras la petición del presidente de Mali. «Hay que adiestrarlas (a las tropas de la CEDEAO) y dotarlas de capacidades, si cabe logísticas, para que puedan desarrollar su misión y restituir la integridad territorial de Mali y, además, ayudar a la normalización democrática de ese Estado, que para nosotros es fundamental», ha dicho el ministro de Defensa.
Morenés ha insistido en que la operación en Mali consta de «dos fases»: una desarrollada por Francia para impedir la invasión del sur por el yihadismo terrorista del norte; y otra, de la Unión Europea, para constituir en Bamako un grupo de formadores, que en el caso de España serán entre 40 y 50, para que los ejércitos africanos puedan restituir la situación en el país, «tanto territorial como de normalidad democrática».
La intervención unilateral de Francia respondió a la intención de los grupos insurgentes de «avanzar hacia el Sur, para producir un chantaje internacional presentando desde Bamako una situación de «hecho consumado», donde las negociaciones hubiesen sido «extraordinariamente difíciles». En esta operación, bautizada como «Serval», España apoya a Francia «politicmaente» y facilitando acciones, como la cesión del espacio aéreo y de las bases españolas para que «las utilicen en caso de necesidad». Además, ha recordado Morenés, España ha ofrecido «un avión de transporte estratégico para llevar tropas africanas de la CEDEAO a Mali».
Fuente: Atenea