La reciente intervención de un equipo de los SEAL-6 para tratar de capturar a un líder somalí-keniata de la organización terrorista al Shabbaben el puerto de Barawe -entre los puertosliberados de Mogadiscio y Kismaayo- nos brinda la ocasión para efectuar algunas reflexiones acerca de las operaciones especiales (OE). Principalmente por haber constituido ésta, un fracaso táctico.
¿Por qué son especiales estas operaciones?
Me han educado en que un pequeño grupo de efectivos, bien adiestrados y resolutos, siempre encubiertos y correctamente informados, pueden lograr efectos cinéticos puntuales de cierta importancia o -alternativamente- informar a nivel operacional de las actividades del enemigo. Personalmente, siempre creí que este segundo cometido era más importante que el primero.
Como la discreción es vital -pues localizados es sinónimo de neutralizados- la cadena de mando de las OE siempre debe ser lo más corta posible; en la práctica, suele conectar la fuerza ejecutante directamente con el mando político, al menos en el momento de la verdad.
Pero la evolución de las OE bajo la administración Obama está siguiendo otros cauces. Y los norteamericanos nos influyen a todos. De entrada, han añadido otra misión a las dos anteriores que no tiene nada que ver con las OE: la de enseñanza a las fuerzas locales. Justificación:porque todo lo hacen bien, como la Guardia Civil por aquí.
Esa corta cadena de mando a la que me refería anteriormente -necesaria operativamente- está permitiendo que más que operaciones militares, lo sean de carácter político. Por ejemplo, la coincidencia en fechas de lo de Barawe con la operación en Libia en el aniversario del «Black Hawk derribado», puede haber sido una casualidad militar, pero suena a simbolismo político.
El que sean unos 70.000 efectivos los del USSOCOM con todo tipo de plataformas terrestres, aéreas y navales orgánicas parece indicar que se ha depositado en ellos una fe, una creencia de que pueden actuar impunemente -al contrario que los ejércitos- sin comprometer al gobierno norteamericano.
Barawe estaba prácticamente fortificada. Y además los terroristas alertados sobre una posible intervención americana. Esto último es un fallo de inteligencia. Pero lo anterior es quizás más grave, pues pudiera proceder de la creencia del mando político de que las OE lo pueden conseguir todo. Incluso con un enemigo esperándolos.
De todos modos pienso que no nos han contado todavía toda la verdad sobre Barawe. El que el motivo «oficial» de la retirada -sin haber cumplimentado la misión- haya sido evitar bajas civiles colaterales, no concuerda con la práctica habitual de las operaciones de drones y con el hecho de no haber sufrido baja propia alguna.
Creo en la potencialidad de las OE, pero opino que no pueden sustituir al uso tradicional de la fuerza que los ejércitos representan en todas las ocasiones ¿Pensará lo mismo el presidente Obama?
Fuente : ateneadigital