El próximo Jueves 20 se celebrara en el congreso la Subcomisión de reforma régimen transitorio Ley carrera militar (154/6) , donde las distintas asociaciones con representación dentro del COPERFAS expondrán las distintas propuestas .
La FAME ( Federación de asociaciones de militares de España ) en nota de prensa recibida hoy se hace eco de dicha subcomisión y denuncia « la opacidad y secretismo con que ha sido nombrada y está actuando la subcomisión de Defensa para la reforma de la ley de la carrera militar » .
Tambien expresan su malestar por que las asociaciones que se presentara no son » libres e independientes» , a continuación dejamos parte de la nota de prensa donde podrán ver los puntos que ellos consideran discordantes en esta subcomision.
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VOTO PONDERADO.- En las votaciones de la subcomisión se rompe la regla general “un diputado, un voto”, ya que se aplicará el “voto ponderado”, es decir, los votos se valorarán según el Grupo Parlamentario a que está adscrito cada diputado. Así, el voto de cada diputado del GPP valdrá 1,85 puntos y, por lo tanto, los votos de sus tres diputados sumarán 5,55 puntos. El voto de cada diputado del GPS valdrá 1,10 puntos (total 3,30 puntos),. El de cada diputado del GPMixto valdrá 0,18 puntos (total 0,36 puntos). El de UpyD 0,05 puntos. El voto del diputado catalán valdrá 0,16 puntos. El del diputado vasco 0,05 puntos, y el de Izquierda Plural 0,11 puntos. En total los votos de los nueve diputados de la oposición sumarán 4,03 puntos, frente a los 5,55 de los tres del GPP. En definitiva, el GPP podrá ganar todas las votaciones, y podrá rechazar incluso las que sean apoyadas unánimemente por los otros seis grupos.
SESIONES A PUERTA CERRADA.- No habrá difusión directa ni diferida a través del canal parlamentario, y sin luz ni taquígrafos porque no serán difundidas a través de los Boletines del Congreso (ni impresos ni digitales). Tampoco podrán seguir las sesiones, desde su cabina, los periodistas acreditados para trabajar en el Congreso. Todos los grupos, ha dicho el presidente de la Comisión de Defensa, pidieron que las sesiones fueran en abierto, pero la Mesa del Congreso se opuso invocando el reglamento del Congreso, y más concretamente el art. 64. Sin embargo, como todo el mundo puede comprobar, consultando dicho reglamento, ni en ese artículo, ni en los que regulan el funcionamiento de las comisiones, ni en ninguno de sus 270 artículos, aparece la palabra “subcomisión” ni la locución “a puerta cerrada”, que son simplemente “inventos extra-reglamentarios”.
- COMPARECENCIAS.- La subcomisión, creada el 17 de abril, no volvió a reunirse, en las condiciones de absoluta opacidad ya señaladas, hasta el 22 de mayo en compareció la Subsecretaria de Defensa. En junio se ha reunido el 13 para decidir que se reunirá el próximo día 20 para oir, en un máximo de 45 minutos en total, a las tres asociaciones de nueva o novísima creación que forman parte del consejo de personal, y representan al 4 % de los militares. De esa comparecencia, y de las que se celebrarán después del 15 de septiembre (Mandos de Personal de los Ejércitos y algún experto), no quedará rastro alguno, salvo lo que quede en la memoria de cada diputado de la subcomisión que opte por asistir a las comparecencias. Parece que no se quiere repetir y dejar constancia del experimento de oir a los representantes de las asociaciones (libres e independientes: Amarte, Ame, Ciofas, etc.) y expertos civiles y militares, en relación con el proyecto de ley orgánica de Derechos y Deberes, los días 9 y 10 de febrero de 2011, durante más de 15 horas, cuando se estaba agotando la vigésima y última ampliación del plazo de enmiendas, donde se habló con plena libertad, con luz, taquígrafos, con transmisión directa (y diferida) por el canal de TV Parlamentaria, con transcripción literal y publicación en los Boletines del Congreso, con asistencia de la prensa, etc. Pero las interesantes propuestas y sugerencias de los que alli comparecimos, y que tanto podían haber mejorado el proyecto, no pudieron ser tenidas en cuenta por los grupos parlamentarios porque dos días después, y con un fin de semana de por medio, se acababa el último plazo de enmiendas, y ya habían sido presentadas o estaban terminadas. Ha quedado constancia para siempre en distintos soportes impresos y tecnológicos de aquellas buenísimas aportaciones que para nada sirvieron, pues al final salió no una buena Ley de Derechos y Deberes, como podría haber sido, sino una mala Ley que prohibe, cercena, y recorta hasta límites insoportables, no ya el ejercicio de los derechos fundamentales (incluido el de asociación de los que quieran tener representación en el consejo de personal) que la Constitución reconoce a los militares, sino que también suprime la titularidad sagrada de los mismos, contraviniendo no solo lo establecido y regulado en la Constitución, sino también en el artículo 3º de la propia Ley Orgánica. «
Carmen D