Álvaro J. B. F., un militar con destino en una fragata de la Armada, acaba de ser condenado a seis meses de prisión y otras penas por un incidente que protagonizó la noche del 16 de septiembre del 2010 ante un edificio de la carretera de Castilla, a la altura de Narón.
Según la sentencia de un juzgado de lo Penal de Ferrol el acusado, algo afectado por el alcohol, comenzó a llamar insistentemente en los telefonillos de portal de un edificio diciendo que «quería putas», según explica el fallo.
El fallo indica que uno de los residentes, extranjero, descolgó el teléfono y le dijo que se fuera. Pero el de la calle continuó insistiendo, por lo que el vecino bajó al portal. A pesar de ello, A. J. B. F. siguió pulsando el timbre. Ambos hombres forcejearon y llegaron a caer al suelo.
Al rato llegó una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía cuyos agentes pidieron al acusado que se identificase y le aconsejaron que se marchase del lugar. Respondió que era militar y que su padre era comandante en Arrecife, «os vais a cagar», les dijo luego. Tampoco accedió a identificarse y mostró una actitud desafiante.
Un cabezazo
Incluso trató de propinar un cabezazo a uno de los policías, que logró esquivar en parte porque le impactó en el pecho, aunque sin sufrir lesiones.
Tras ello, y cuando se le informó de que iba a ser detenido les respondió: «Antes de ser detenido os llevo por delante», escupiéndoles y lanzando manotazos y patadas cuando los agentes procedieron a reducirle. Durante su traslado a la comisaría de Ferrol perseveró en su actitud insultante y desafiante.
El fiscal había imputado durante el juicio un delito de atentado, si bien la jueza considera que fue de resistencia, de rechazo a su detención con un comportamiento activo aunque no grave.
Sin recuerdos
En el juicio, el acusado había declarado que nada recordaba, si bien la jueza indica que en la fase de instrucción sí tuvo memoria para hablar del incidente con el vecino e igualmente con la policía, manifestando en esa fase de las diligencias que los agentes le habían solicitado que se identificase y que intentó defenderse cuando procedían a su detención.
Se le condena también por una falta de maltrato a diez días de multa a seis euros diarios. Le aplica la atenuante de embriaguez. La sentencia puede ser apelada ante la Audiencia.
Fuente: Diario Ferrol