‘Vendetta’ en el Ejército: el teniente que publicó «abusos» se enfrenta a medio año de arresto

Unpasoalfrente-600Defensa abre un expediente disciplinario a Luis Gonzalo por el libro ‘Un paso al frente’ y su testimonio novelado de presuntas corruptelas en el seno de las Fuerzas Armadas. También lleva el caso a la Fiscalía Militar para que se pronuncie. El autor de la obra ya ha vendido más de 10.000 ejemplares.
Los malos presagios se han cumplido. El joven teniente en activo Luis Gonzalo Segura, destinado en Transmisiones (sección que gestiona las redes de comunicaciones del Ejército), ha sido expedientado por dos faltas graves tras la publicación del libro Un paso al frente (Tropo Editores), donde destapa presuntos «abusos» y corruptelas en el seno de las Fuerzas Armadas. El expediente, que ha sido firmado por el general José Manuel Roldán, responsable de la Jefatura de Sistemas de Información, Telecomunicaciones y Asistencia Técnica, podría suponer una sanción de hasta seis meses de arresto en un centro disciplinario.

El abogado del teniente, según publica la agencia Colpisa, ha pedido una demora en el plazo de alegaciones ya que él y su cliente han recusado al general Roldán al considerar que este mando «no tiene potestad sancionadora». Pese a ello, el instructor del procedimiento tiene intención de proseguir sin esperar a que se resuelva la recusación del general. «La situación es muy grave porque supone un ataque directo a la democracia y la libertad de expresión. Encerrar a una persona por escribir un libro y por explicar los graves problemas que sufrimos en las Fuerzas Armadas no puede ocurrir en la Europa del siglo XXI», ha señalado el teniente Segura, en declaraciones a Colpisa.

Asimismo, el expediente disciplinario señala que el procedimiento también ha sido remitido a la Fiscalía Militar para que se pronuncie sobre si hay que abrir un procedimiento judicial al joven teniente. La apertura de una causa por esta vía contempla penas mayores, incluso años de prisión.

«Encerrar a una persona por escribir un libro y explicar los problemas en las Fuerzas Armadas no puede ocurrir en la Europa del siglo XXI», afirma Gonzalo
Gonzalo, tal y como público Vozpópuli el pasado abril, era consciente de que se exponía a ser sancionado y preveía que Defensa le abriera un expediente, pero tras comprobar «la imposibilidad de encontrar justicia en el mundo militar» decidió dar la cara, ser valiente y revelar los lujos y miserias del Ejército. El autor denuncia situaciones «que no son extraordinarias» en el día a día de los cuarteles, pero que la «maquinaria represora» ha ido silenciando.

Presuntas malversaciones, prevaricaciones, negligencias, comisiones de servicio falsas, estafas en combustible y comidas, venta de material en la Red, residencias de verano, clubes de golf, spas, salas VIP, así como presiones a la Justicia militar y órdenes que atentan contra la conciliación de la vida laboral y familiar, forman parte de este testimonio novelado.

El libro Un paso al frente, que llegó a las librerías a finales del pasado abril, lleva ya más de 10.000 ejemplares vendidos, ha sido un éxito en la venta ‘online’ y ha tenido amplia repercusión en las redes sociales.

El autor ha contado con el respaldo de las principales asociaciones militares (AUME, ASFASPRO, ATME y OATM), que ven difícil que vuelva a ver la luz una publicación de estas características.

Aunque narra los hechos de forma novelada, con nombres ficticios para evitar problemas legales, el libro cuenta historias inspiradas en situaciones reales, en pasajes que cobran vida en los cuarteles.

Respecto a los clubes militares, el libro cuenta que Defensa gasta en ellos «una gran cantidad de dinero público solo para que unos pocos (los oficiales, y en menor medida, los suboficiales) pudieran sentirse ricos sin serlo». «Sitios en los que jugar a golf, montar a caballo, nadar, comer o cenar con si se tratase de un restaurante de lujo. Todo ello a precios irrisorios», añade.

Otro pasaje narra cómo un teniente coronel decide construir un spa cuando llega a su nuevo acuartelamiento para luego quedar abandonado tras su marcha. Su financiación es relatada de manera muy gráfica: «¿Y cómo lo pagamos?… eso sí que es complicado… ya no podemos tirar de la comida ni del combustible porque nos han recortado, tampoco podemos gastar las partidas que iban destinadas al aire acondicionado de las habitaciones de tropa porque ya lo hemos hecho en el monolito nuevo… ¡Ya está!, organizamos un curso de formación del INEM o la Unión Europea para los soldados… Esos partidos nos dan el dinero que pedimos y nunca auditan nada».

Fuente : Vozpopuli