´A la ciudad llegaron 33.000 militares de la Guerra de Cuba en apenas tres años´

alfonso-garcia-cruzrojaEl presidente de la Cruz Roja de A Coruña, Alfonso García, repasa la historia de la institución en un libro, Cruz Roja y Galicia unidas por la historia, que también relata cómo la ciudad recibió 33.000 soldados heridos en apenas tres años durante la Guerra de Cuba. La institución tuvo que hacerse cargo de los militares porque las autoridades, tanto locales como nacionales, apenas los atendieron. La Cruz Roja abrió el lazareto de Oza exclusivamente para recibir a los soldados.

-¿Por qué se decidió a escribir este libro sobre la Cruz Roja y cuánto tiempo le dedicó?

-Porque yo acababa de llegar a la institución y tenía el deseo de hacer una inmersión en el conocimiento de la historia de la institución en Galicia. Escribirlo me llevó alrededor de 14 o 15 meses. Teniendo en cuenta que en la labor de revisar periódicos me han ayudado dos voluntarios de Cruz Roja de una forma muy importante. Este trabajo de documentación que siempre es muy penoso me ha facilitado mucho el trabajo. Ellos buscaban por los lugares por el método que les explicaba. Las fuentes que hemos consultado son archivísticas y además son la prensa. Hemos localizado mucha información de la prensa desde 1870 a 1900.

-¿El libro está centrado exclusivamente en la historia de la Cruz Roja o es un relato que va más allá?

-El objetivo fundamental que me marco con el libro es recopilar la historia de la Cruz Roja con el fin de quienes pertenezcamos a ella tengamos un mayor sentido de identificación con la institución y podamos sentirnos orgullosos. El libro trata de la historia de la Cruz Roja en Galicia durante esa época. Uno de los aspectos claves son las últimas cuatro décadas del siglo XIX. A lo que dedico más atención a la forma en la que colaboró la Cruz Roja con el pueblo de A Coruña en el auxilio de los soldados repatriados que llegaban a la ciudad una vez finalizada la Guerra de Cuba. En torno a ese hecho hay cuestiones que merece la pena analizar para entender el esfuerzo que hicieron A Coruña y Galicia para atender a los repatriados. No había lazareto y yo hablo de la puesta en marcha del conocido lazareto de Oza, aunque su nombre verdadero era Sociedad Anónima del Lazareto de La Coruña.

-En el libro hay muchas historias transversales relacionadas con la entidad.

-También hablo de la compañía Trasmediterránea, que tuvo la exclusiva en el transporte de los soldados durante toda la guerra y el proceso de repatriación. Se habla, por ejemplo, de las falsas imputaciones de masonería a los que eran miembros de Cruz Roja. Trato en ese asunto el porqué se pudieron hacer esos reproches. Hablo también de la forma de reclutamiento de soldados de esa época. Mediante el pago de 2.000 pesetas de la época un soldado podría haberse librado de la guerra y a cambio iba otra que no tenía esos recursos.

-La de A Coruña fue la tercera sede de la Cruz Roja que abrió en España, ¿por qué aquí antes que en otros lugares?

-Estas cosas ocurren por iniciativa humanitaria de la gente que vive en el lugar. La primera Cruz Roja se funda en 1863 en la ciudad de Ginebra y la institución española se abrió en 1864. En España la primera Cruz Roja fue la de Navarra y después vino la de Almería. El 30 de septiembre de 1864 abrió la sede de A Coruña, que fue la tercera en España. Hubo gente que conocía la labor que podía desarrollar la institución durante aquella época en los tiempos de guerra y consideró que merecía la pena que la ciudad diese el paso adelante y contase con una sede.

-¿Cómo fue la labor que desarrolló la Cruz Roja a la hora de atender a los heridos de la Guerra de Cuba?

-La unión entre Cruz Roja y el pueblo anónimo coruñés, sin ayuda de las autoridades, acudieron en auxilio de los soldados que vinieron de Cuba, que llegaron heridos, enfermos, mutilados y desmoralizados porque perdieron una guerra que nunca habían entendido. Y llegaron a A Coruña en el periodo de tres años 33.000 militares. En Galicia la cifra sería de unos 41.000 y en toda España fueron 150.000. Estamos hablando que un 20% de los que regresaron lo hicieron a través de nuestro puerto. Entre 1896 y 1900 A Coruña tenía una población de 33.000 habitantes.

-¿Las autoridades no colaboraron nada para atender a los militares?

-Nada. Las ayudas a los soldados vinieron todas del pueblo anónimo. Lo que hicieron el Ayuntamiento, el Gobierno y la Diputación fueron aportaciones que fueron insignificantes. Cruz Roja abrió un sanatorio a finales de 1896 que estaba dedicado a atender exclusivamente a heridos que regresaban de la Guerra de Cuba. Y pasó que la Cruz Roja pidió medicamentos a la Farmacia Militar y se los negaron cuando Cruz Roja era realmente la que atendía a los que la sanidad militar no daba auxilio. La sanidad militar no los atendía, pero tampoco ayudaba a la institución.

-¿Por qué se llegó a señalar como masones a los miembros de la Cruz Roja, tal y como explica su historia?

-Hubo movimientos interesados en atribuir a la Cruz Roja un carácter masón. No es cierto. La institución no era ni masona ni católica. La organización nace con el objetivo de auxiliar a los heridos en el campo de batalla. De la misma manera que hubo gente que atribuyó a la Cruz Roja un carácter cristiano. El hecho de que su emblema sea una cruz roja en realidad quiere decir que es la bandera de Suiza pero con los colores del revés.

Fuente : laopinioncoruña