Artificieros

manuelderamonokSupongo que a estas alturas está de más contarles que en mayo murieron tres legionarios y otros dos resultaron heridos en la base de Viator, en Almería, cuando estaban cumpliendo con su deber como TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos), un deber que requiere nervios de acero.

La tragedia es ya conocida pero, aunque sea con varios días de retraso, se merecen un modesto homenaje que para mí consiste en preguntarme qué tienen dentro los servidores públicos que trabajan desactivando explosivos.

La paradoja es que los tres fallecidos habían participado en numerosas misiones en el exterior en zonas «muy calientes» (AfganistánBalcanesLíbanoCongo…) y de todas habían vuelto sin grandes novedades, supongo. Y ha sido precisamente en España, en lo que posiblemente constituía un ejercicio más o menos rutinario (si es que hay ejercicios rutinarios para los TEDAX, cosa que dudo), donde han encontrado la muerte.

Siempre me lo he preguntado. Me lo pregunto cuando consiguen desactivar con éxito algún explosivo y todavía me lo pregunto más ahora que ha ocurrido una desgracia. Hace poco hablaba con un amigo que fue TEDAX hace años y la verdad es que no conseguí sacarle ninguna explicación, aun a sabiendas de que en ningún momento iba a decir su nombre ni a ensalzarle a él personalmente.

Me decía, con mucha modestia, algo así como que la unidad en la que prestaba servicio «no era de primera línea». Según él, no se dedicaban a desactivar explosivos preparados por terroristas, sino que más bien tenían que eliminar los explosivos procedentes de la Guerra Civil que, de vez en cuando, aparecen enterrados en cualquier sitio. Como si ese no estallase también y como si esa misión en concreto tuviese menos riesgos.

Quizá eso era lo que contaba en su casa para que la familia se quedase tranquila pero, sin duda, no dejaba de ser una de esas mentiras piadosas que cuentan los que realizan trabajos peligrosos y no quieren que se preocupen los que están cerca de ellos cuando se van a trabajo.

Como la labor del artificiero es quizá una de los más discretas, pese a lo atractivo que resulta en el cine, no estaría de más que usted amigo lector, si es o ha sido artificiero, o si conoce a alguno de cerca, escribiese si le apetece un poquito más abajo, en el foro, sus sentimientos y le explicase al resto de lectores que ese trabajo no tiene nada de «peliculero».

Fuente: ateneadigital