Los restos mortales de los militares empezaron a llegar a Valledupar. Según el director regional de Medicina Legal, la extracción de los mismos fue difícil.

Con lentitud y el máximo cuidado avanza la tarea de rescate de los 11 militares muertos en el accidente del avión Casa CN 235 de la Fuerza Aérea Colombiana ocurrido a las 3:40 pm de este viernes en la finca el Danubio, zona rural de Codazzi (Cesar).

Sobre el que sería el primer siniestro aéreo que se recuerde en el Departamento, el más reciente reporte indica que hasta ahora se ha logrado rescatar los cuerpos del piloto, mayor Adalberto Ramírez Lombana; la copiloto, subteniente del Aire, Luisa Fernanda Salazar Villoga, y el cuerpo de uno de los técnicos.

Las labores de rescate son adelantadas por 12 bomberos, 5 de Valledupar y 7 de Codazzi, bajo la guía de personal de la Fuerza Área.

«Ellos (Fuerza Áerea) son los que conocen donde están ubicadas estas bolsas», dijo uno de los rescatistas.

Un experto explicó que «la demora en el proceso de rescate se debe al cuidado extremo para no cortar con las herramientas, ‘las mandíbulas’, corta-todo, expansores… los airbags (bolsas de aires) que tiene la aeronave. Esto podría explotar, y en este caso que no hay sobrevivientes, heriría solo a los rescatistas. Tan delicado es que si no tienen el equipo de protección adecuado, la detonación podría causarles hasta la muerte”.

Por su parte, el director regional de Medicina Legal, Carlos Antonio Murillo, quien llegó en la mañana de hoy a Valledupar para participar en la identificación de los cuerpos, dijo que la extracción de los cuerpos ha sido difícil «no sabemos en las condiciones en las que estén…Los accidentes aéreos requieren un abordaje diferentes que los de rutina porque tiene que ser hecho por expertos en este tipo de traumas».

Para enfrentar este evento que duraría entre hoy y mañana, Murillo, reveló que se cuenta con un equipo de profesionales compuesto por médicos asistentes de Bucaramanga, odontólogos de Barranquilla, técnicos de rayos X también de Barraquilla, y dactiloscopistas, de estas dos ciudades, para iniciar el proceso de identificación de las víctimas. «Estamos listos para abordar los casos con médicos expertos en estos tipos de abordajes, odontólogos, técnicos de radiología y dactiloscopista».

Sobre la capacidad de la morgue de esta capital dijo «tiene capacidad para 15 cuerpos». Lo que quiere decir que en este caso no se sobrepasó el cupo. En el caso que llegare a superarse, «contamos con la regional de Bucaramanga».