El presupuesto de Defensa, cae por quinto año consecutivo

El presupuesto de Defensa caerá en 2013 por quinto año consecutivo, acumulando un descenso del 30% desde el inicio de la crisis y situándose ya en los niveles de hace más de una década. La cifra que prevé gastar el Gobierno en Defensa el año que viene es de 5.937 millones de euros, un 6,01% menos que en 2012 y la cantidad más baja desde el año 2000.

El dinero del que dispondrá el departamento que dirige Pedro Morenés se dedicará prácticamente sólo a mantener el personal y las instalaciones de las Fuerzas Armadas.

Los gastos de personal, en un Ministerio con casi 180.000 empleados entre militares y civiles, suponen el 75% del presupuesto. Eso a pesar de que las cuentas prevén un nuevo descenso del número de soldados y marineros, situando un número máximo de 80.000, frente a los 81.000 del año anterior.

El departamento deberá afrontar este asunto en los próximos meses, porque los efectivos de las Fuerzas Armadas están ya bajo mínimos. La ley establece un número de militares de entre 130.000 y 140.000, de los cuales los mandos –oficiales y suboficiales– no deben superar los 50.000 y los soldados y marineros no deben bajar de 80.000.

Desde el inicio de la crisis, la reducción de personal en las Fuerzas Armadas se ha hecho a costa de rebajar la tropa y la marinería, desde los 86.000 efectivos de 2010 hasta los 80.000 que se prevén en 2013, cuando se alcance el número mínimo que prevé la ley. Es lo más sencillo, porque basta con no convocar plazas, no renovar los contratos y reducir al mínimo los compromisos de larga duración. Los mandos, en cambio, siguen superando el límite máximo y el pasado junio sumaban 54.766 efectivos. Invertir esta tendencia es uno de los principales retos de Morenés.

‘Castigo’ a las inversiones

La parte más castigada del presupuesto vuelven a ser las inversiones, que con 484,67 millones quedan reducidas a la mínima expresión, en un ámbito como el de la defensa en el que la modernización y la mejora constante de los materiales es fundamental.

No obstante, es muy posible que esta cantidad cambie durante el ejercicio presupuestario. Ya ha ocurrido este año, aprobándose este mismo mes un crédito al Ministerio por valor de 1.782,78 millones de euros para realizar pagos a las empresas por entregas ya realizadas.

El equipo de Morenés está negociando con la industria los contratos de los llamados programas especiales, los más importantes, para aplazar o reducir los encargos, pero es muy probable que el gasto en estos programas sea superior a los exiguos 6,8 millones que aparecen en los presupuestos de 2013.

Tampoco responde a la realidad la cantidad presupuestada para las misiones internacionales, que vuelve a ser la cifra fija de 14 millones que Defensa presupuesta todos los años, cuando el gasto final es siempre mucho mayor –en 2011, de 861 millones de euros–. El departamento recurre para financiarlas al fondo de contingencia del Estado y en 2013 volverá a hacer lo mismo, a pesar del reciente rapapolvo que recibió por parte del Tribunal de Cuentas por esta manera de pagar los despliegues en el exterior.

Con todo, los objetivos del Ministerio son muy modestos y se limitan a «mantener las capacidades operativas mínimas e imprescindibles de las Fuerzas Armadas para cumplimentar las misiones y a ejecutar los compromisos adquiridos». Sin más.

Fuente: El Mundo