Juan Chicharro » Intervención en República Centroafricana (II) y algo más…»

Juan_ChicharroNada igual a tener amigos hasta en el infierno. Nunca más cierto en esta ocasión cuando hablamos de la situación actual en la República Centroafricana. La semana pasada relataba la relación que durante algún tiempo mantuve con miembros del 8 RPIM del ejército francés durante un periodo de despliegue en Bosnia. La caída en combate de dos soldados de ese Regimiento en la localidad de Bongui hace unos días me inclinó a enviar el correspondiente mensaje de condolencia al efecto. Mi sorpresa fue mayúscula cuando la contestación me vino dada por quien en su día estuvo a mis órdenes como oficial de enlace del Batallón, que yo mandaba allá por el año 99 en Bosnia y la compañía francesa que se integraba en nuestra unidad.

Así que salvando razones obvias de confidencialidad he podido acceder a información de primera mano de lo que allí está pasando. Información en cualquier caso nada novedosa por ser objeto asimismo de fuentes abiertas y contrastada en cualquier medio digital francés o de la zona.

De su lectura lo primero que me llama la atención de forma notable es el apagón informativo que en nuestros medios se hace de cuanto allí acaece y que es tremendo; y eso a pesar de que, según fuentes de las NNUU, los enfrentamientos entre las facciones musulmanas y las cristianas han producido ya más de 900.000 desplazados de los que un 60% son niños. Más de 500.000 se encuentran desperdigados por la ciudad de Bongui y unos 100.000 acampan en los alrededores del aeropuerto, en estos momentos a duras penas controlado por el ejército francés. Y digo a duras penas pues el descontrol se acentúa hasta el punto de que incluso “médicos sin fronteras” está limitando sus actividades por el riesgo creciente en la zona.

Decía en el artículo precedente a éste, la semana pasada, que sin tener datos precisos del concepto operativo de las fuerzas francesas en la operación Sangoris (así se denomina la intervención francesa) mi intuición profesional me llevaba a pensar en la limitación de la entidad de las fuerzas de momento comprometidas. A la vista de lo que está sucediendo parece que mi criterio no iba mal encaminado. La impresión general es que tanto la MISCA (fuerza africana destacada en Centroáfrica) como la francesa están siendo desbordadas por los acontecimientos y no son capaces de mantener la seguridad de Bangui. Y no digamos si pensamos en el resto de la nación.

La situación en general se puede complicar aún más, toda vez que se está produciendo al norte del país un suministro de armas y municiones a la “Selaka” que es la facción musulmana del conflicto. Acción de apoyo a la que habría que añadir la propiciada igualmente, por Sudán e Irán al mismo grupo.

Sin duda no es una fácil tarea la que tiene por delante el ejército francés que incluye el desarme de todas las partes en conflicto algo a lo que en principio éstas se van a oponer.

Y en todo este entramado cabe preguntarse el interés que España puede tener en su resolución.Varias son las razones y algunas de peso:

La primera ya mencionada en el artículo anterior es sin duda la cooperación con Francia. Una acción importante en momentos de inoperancia de la Política Común de Seguridad y Defensa Europea.

La segunda es de especial y directo interés para nuestra seguridad. Los grandes movimientos de desplazados que se están produciendo en el África subsahariana, como consecuencia de los interminables conflictos que allí se suceden, están siendo manejados hábilmente por la redes internacionales de Al Qaeda. Y la cuestión o problema es que muchos de estos desplazados acaban ubicados en las faldas del monte Gurugú en los lindes con Melilla a la espera de las órdenes de asalto de la valla que periódicamente reciben. Cuando éstas llegan es cuando les vemos aproximarse perfectamente organizados hacia la ciudad, e iniciar los espectaculares asaltos que protagonizan. Asaltos hoy por hoy a pecho descubierto y sin armas, claro. A veces hasta con éxito lo que es de admirar por su arrojo y valentía. Pero… me temo que llegará el día en el que los veremos de otra guisa en el momento en el que aquel al que le interese lo ordene. En mi opinión aún falta tiempo para que se dé esta circunstancia – no mucho – pero el momento se aproxima. Y éste llegará cuando la situación de nuestra nación no sea fácilmente manejable, por la debilidad de nuestra situación política, y la operatividad de nuestras Fuerzas Armadas haya tocado fondo al tiempo que en la de nuestro principal adversario ocurra lo contrario. Y estos momentos están peligrosamente cerca.

En efecto, veremos entonces si una España en crisis por las amenazas secesionistas estará en condiciones de hacer frente a amenazas exteriores – que vendrán – y si para entonces unas Fuerzas Armadas mermadas en su operatividad, como consecuencia de la peligrosísima deriva a la que la han llevado los insensatos recortes presupuestarios, está en condiciones de presentar al menos un carácter disuasorio.

Por todo esto es de vital importancia el confiar en que Francia sea capaz de salir airosa de las difíciles y peligrosas tareas en las que está comprometida en la África francófona, entre otras razones para evitar el aluvión creciente de desplazados que se encuentran a las puertas de nuestro territorio como consecuencia de los conflictos desatados.

O sea, cooperar con Francia es interés propio de la Defensa y Seguridad de nuestra nación que hoy se defiende lejos de nuestras fronteras. De momento apoyamos la acción en la RCA con un avión de transporte. Bien está. Algo es algo.

Fuente: Republica