La Armada retiene a un patrullero inglés

patrulleroarmadaEl patrullero de la Armada española Tornado trasladó el miércoles al buque militar Defender, con bandera del Reino Unido, del Puerto de Los Cristianos al de Santa Cruz de Tenerife, donde se encuentra atracado por orden de la Capitanía Marítima de la provincia tinerfeña.
El pasado martes, el Defender, de 40 metros de eslora, arribó forzosamente al muelle de Los Cristianos con una avería. Tras ser inspeccionado por las autoridades marítimas de la Isla, se encontraron múltiples irregularidades administrativas en la documentación propia del buque, en la de su tripulación y en el equipamiento preceptivo de seguridad de la vida en la mar.

Esta situación obligó a decretar su retención y posterior traslado al Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

El buque es un patrullero que fue dado de baja por la Armada británica, aunque sigue bajo su bandera, y también perteneció a la Marina del Sultanato de Omán. Dadas sus características militares, la Subdelegación del Gobierno central en Santa Cruz de Tenerife solicitó a la Armada su colaboración para escoltarlo hasta la capital.

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, había sido adquirido por un particular, aunque se desconoce cuál era su intención con este buque, que conserva parte del armamento, como ametralladoras y cañones, aunque según las primeras inspecciones está inutilizado y no presenta ningún riesgo.

La Armada designó al buque de acción Marítima Tornado, con base en el Arsenal Militar de Las Palmas de Gran Canaria, y a un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina, que embarcó en el Tornado.

La escolta se realizó sin ningún contratiempo, según un comunicado de la Armada española, y finalizó una vez el Defender se encontró atracado en Santa Cruz de Tenerife el miércoles a las 21:45 horas.

El patrullero permanecerá en el Puerto mientras las autoridades investigan el destino del barco, para qué iba a ser usado y si incumple otras normas marítimas. No podrá partir hasta que sus dueños resuelvan las irregularidades detectadas en la documentación y la seguridad del barco.

Fuente: La Opinion