Las maniobras militares de la OTAN dividen a los barrios

Las mayores maniobras de la historia de la OTAN han conseguido dividir a los barrios de Zaragoza. Se trata del despliegue más amplio de la organización desde la Guerra Fría y ya está en la capital aragonesa, aunque la operación en sí no comenzará hasta finales de septiembre.

Los barrios que no apoyan el despliegue militar alegan, sobre todo, falta de información. Este es el caso de Montecanal. Desde la asociación de vecinos Los Sauces, Rosa Burgos declaró que en el barrio están «alarmados». «Pedimos que alguien nos explique en qué van a consistir las maniobras, qué horarios van a tener y qué materiales van a utilizar. No sabemos nada», comentó. Por eso, envió una carta al ayuntamiento con la esperanza de obtener una respuesta que disipe sus dudas. El ruido también preocupa. «Nuestras casas están bajo un pasillo aéreo y estos días ya estamos notando el incremento del tráfico. No sabemos lo que tendremos que soportar», lamentó.

Burgos denunció que llevan desde el 2013 luchando para «instalar unos postes que se aseguren de que los aviones vuelan a la máxima altura posible dentro de sus posibilidades porque a día de hoy no lo están haciendo». Además, les preocupa que, con las maniobras, no se respete el horario de descanso nocturno. «Tuvimos que hablar con la base para que no aterrizasen los aviones a partir de las doce de la noche. Tenemos la duda de que esa tregua acabe», explicó.

TRÁFICO AÉREO

En la misma dirección, aunque con matices, apuntan los vecinos de Arcosur. «Hemos notado un aumento del tráfico aéreo en los últimos días, pero entendemos que, a día de hoy, en el barrio tenemos otras prioridades antes que el ruido de los aviones», declaró Raúl Chueca, presidente de la asociación vecinal.

Desde Garrapinillos, a pesar de su cercanía con la base aérea, se muestran tolerantes con las posibles molestias que tendrán que soportar. Su alcalde, Luis Miguel Roda, explicó que hay gente del barrio «que trabaja allí». Además, ha luchado por la «instalación de líneas de autobús que permitan a los militares llegar hasta Zaragoza». «En sus ratos de ocio dejarán dinero en la ciudad, eso es muy positivo para la economía», defendió.

Los barrios más cercanos al campo de maniobras, San Gregorio y Arrabal, coincidieron en su opinión. Ambos dijeron estar «acostumbrados» a una «convivencia» con la institución militar. «Sabemos dónde vivimos, las maniobras convencionales forman parte de la vida social», explicó el alcalde de San Gregorio, José Antonio Hernández. Por su parte, Rafael Tejedor, de la asociación de vecinos del Arrabal, precisó que en el barrio creen que «la presencia de militares dejará dinero en Zaragoza en muchos sectores».

CHA también se mostró ayer en desacuerdo con la maniobras militares, una postura compartida con otras formaciones de izquierda. Por su parte, los colectivos antimilitaristas ha convocado diversos actos de protesta.