Pedro Pitarch:»Posaderas al aire»

teniente_general_Pedro_Pitarch¿Y el JEME qué papel juega en este lío? Era la pregunta que muchísimos militares me hacían por el retardo en el cese oficial del director de la revista Ejército, después de la publicación de un controvertido editorial en el número de noviembre de esa revista http://www.vozbcn.com/2012/12/01/135992/defensa-cesa-director-ejercito/. Y el JEME se daba mus. Por fín, con la falta de reflejos que suelen caracterizar últimamente las explicaciones del ejecutivo, la comparecencia ante los medios del ministro de defensa, Sr. Morenés, posteriormente al consejo de ministros del pasado día 21, ha aclarado (casi del todo) las cosas. Más (con perdón) vale tarde que nunca. Según se puede comprobar en el corto video www.youtube.com/watch?v=jcetJUfLZlo, don Pedro explicó que el cese del director de la revista Ejército fue realizado a petición del Ejército, en concreto del Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME). Éste era su papel y, a tenor de lo dicho por el Ministro, lo jugó.

Así es que no estaría de más que ahora aquellos que han venido mordiéndole el cuello a don Pedro, atribuyéndole la iniciativa del cese, reconocieran que en este asunto se pasaron un poquito. No sé si se atreverán a dentellear asimismo la yugular del JEME quien, por cierto, tampoco estuvo muy presto en su reacción. Y ya puestos, tampoco me importaría que alguno se disculpara con el que suscribe, que también sufrió injustas mordeduras, algunas de especial vesania, por su post “Editorial desafortunado”, del pasado 1 de diciembre, (http://elblogdepitarch.blogspot.com.es/2012/12/editorial-desafortunado.html). Un post que, tras las tardías explicaciones del Sr. Morenés, recobra plena actualidad.
Con la declaración del Ministro varias cosas han quedado claras. Que el editorial fue efectiva y oficialmente desafortunado al ser reprobada su publicación (no sé si la autoría) por el jefe del Ejército. Que, sorprendentemente, la revista no estaba controlada a pesar de ser el órgano principal de comunicación pública del Ejército. Que no fue el político, sino el militar, quien originó el cese del director de la revista. Que la tardanza en reaccionar y explicar el caso cuando medios, digitales y páginas estuvieron días y días dando cancha a los apóstoles de la desinformación, no ha dado precisamente lustre ni al Ministro ni al JEME. Que a éste, al igual que le pasó ya al JEMAD con la nonata al público “Visión 2025” (“un documento más”, en palabras del Ministro), le han dejado con las posaderas al aire.
Uno espera que, al menos, se haya aprendido de lo sucedido. Porque, a la vista de lo que se avecina en esta legislatura, me temo (ojalá me equivoque) que van a darse más casos «atípicos». En las FAS este tipo de cosas hay que abordarlas prontamente. De otra manera se pudren enseguida. Con la popularización del uso del teclado, en este asunto ha pasado lo que con tanta frecuencia sucede: algunos se lanzan con particular fruición a relatar la novela sin conocer el argumento. Pero, con las cosas importantes, no se trata tanto de opinar sino de saber. Y en esto de la defensa y seguridad hay últimamente demasiados francotiradores autodidactas. Tanto en el Ministerio como fuera de él. ¿A que sí?