Peru: Ex militar rompe pacto de silencio y se abre juicio por crimen político

Un juez acusó a siete militares retirados de la muerte de dos manifestantes envueltos en llamas durante una protesta contra la dictadura en 1986.

El juez Mario Carroza acusó a seis ex oficiales de homicidio premeditado por la muerte de Rodrigo Rojas, de 19 años, y el intento de homicidio de Carmen Quintana, de 18. Otro militar retirado fue acusado de complicidad.

Los soldados echaron gasolina sobre Rojas y Quintana y les prendieron fuego durante una manifestación el 2 de julio de 1986. Rojas murió cuatro días después. Era fotógrafo nacido en Chile y vivía con su madre en el exilio en Estados Unidos.

Quintana, que era estudiante universitaria, sobrevivió y fue sometida a un tratamiento prolongado por quemaduras graves en un hospital en Canadá. Su rostro quemado y desfigurado se convirtió en símbolo de las atrocidades cometidas por la dictadura del general Augusto Pinochet, que duró de 1973 a 1990 y durante la cual 40.018 personas sufrieron torturas, fueron encarcelados o murieron.

Soldado del ejemplo
Un soldado rompió el pacto de silencio al declarar el año pasado en un caso de violación de los derechos humanos cometido por la dictadura.

“Las heridas no han quedado en el pasado. Mientras no haya justicia, no hay avances”, dijo la madre de Rojas, Verónica de Negri, a la prensa después del anuncio de los cargos. “Todos aquí tienen responsabilidad porque cuando se mantiene el silencio por 29 años todos tienen responsabilidad”.

En 1999, un juez ordenó al gobierno chileno pagarle a Quintana 470.000 dólares. Esta semana, ella agradeció al ex soldado Fernando Guzmán por declarar en el caso.
Desde Canadá, donde reside, Verónica de Denegri dijo a una radio chilena que los soldados que atacaron eran adolescentes como ella en esa época y también víctimas de la dictadura porque los amenazaron de muerte para que no hablaran.

El ataque fue condenado por gobiernos y defensores de los derechos humanos de todo el mundo. El gobierno del presidente Ronald Reagan exigió una investigación exhaustiva.
“Mentira total”

En ese momento, el ejército chileno negó toda participación y Pinochet insinuó que Rojas y Quintana se habían prendido fuego accidentalmente cuando llevaban material inflamable para incendiar barricadas.

Pero Guzmán declaró que era “una mentira total” y “un invento del ejército para poder justificar dicho actuar”.

Dos semanas después del ataque, dijo Guzmán, los soldados recibieron instrucciones precisas sobre lo que debían declarar y posteriormente recibieron amenazas de muerte de la superioridad.

“A cambio de nuestro silencio, la institución nos proveyó de permisos, de dinero, como una manera de continuar con esta mentira y mantenernos callados”, aseguró.

“Michelle Bachelet me salvó la vida”
Este miércoles, Carmen Gloria Quintana, la estudiante que sobrevivió pese a tener el 64% de su cuerpo quemado, reveló que Michelle Bachelet le salvó la vida cuando ejercía como médico en el hospital de urgencias al que fueron llevados ella y Rodrigo Rojas.

Bachelet, según relató Quintana desde Canadá, donde reside, se opuso a las autoridades del establecimiento que no querían atenderlos y pretendían sacarlos del recinto.
Los procesados como autores son el ex coronel Julio Castañer, Luis Zúñiga, Francisco Vásquez, Iván Figueroa, Nelson Medina y Jorge Astengo.

El séptimo, acusado de cómplice, es Sergio Hernández, conductor del camión militar en que se desplazaba la patrulla, quien compareció hoy por primera vez ante el juez, tras ser trasladado desde la sureña ciudad de Valdivia, donde reside.

Fuente: La Republica