Un militar intenta degollar a su ex novia

Daniel V.G., el joven militar de 23 años acusado de intentar matar a su exnovia en abril de 2011, infligió tres cortes en el cuello a la víctima, compatibles con una intención de degollarla, y para quien la fiscalía pide diez años de cárcel por intento de asesinato.

Así lo expusieron los forenses judiciales de Toledo Vicente Torrejón y Valeriano Muñoz, quienes precisaron que aunque las heridas no eran muy graves por no tener mucha profundidad se hicieron en zonas vitales, ya que a escasos milímetros hay vasos importantes que hubieran puesto en peligro su vida.

En la vista oral también compareció como perito Alberto Gutiérrez Vozmediano, el psiquiatra que examinó a Daniel al día siguiente de los hechos en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde fue ingresado el acusado por las lesiones que él mismo se hizo tras apuñalar a la joven K.L.V., de 21 años, vecina de Seseña, localidad en la que también residía el acusado, en prisión provisional.

El perito psiquiatra explicó al tribunal que el procesado le confesó: «no se lo que me pasó. Saque la navaja y la pinché», explicó Gutiérrez Vozmediano, quien también dijo que Daniel leconfesó que se arrepentía de las autolesiones que se hizo en el abdomen con el arma, supuestamente, la misma que utilizó para agredir a la chica, una navaja reglamentaria del Ejército de 12 centímetros de hoja.

También indicó a la sala que el inculpado no presentaba síntomas sicóticos ni enfermedad mental alguna, aunque admitió que pudo haber arrebato en la acción de Daniel, aunque éste no constituye un trastorno mental y que las lesiones que se hizo se encuadran en una conducta autolesiva, pero no en un intento de suicidio.

El informe del perito del Gregorio Marañón contrasta con otro elaborado por los psiquiatras José Cabrera Forneiros y José Miguel Gaona, que expusieron sus conclusiones en un trabajo encargado por la defensa del acusado.

Según estos peritos, Daniel tuvo episodios de amnesia durante los hechos que ocurrieron la tarde-noche del 8 de abril de 2011 en un parque de San Martín de la Vega (Madrid) y en el interior del vehículo del acusado. También hindicaron que la capacidad de decisión del acusado estuvo «prácticamente anulada» después de que ella le comunicara su firme intención de romper la relación y de que llamara por teléfono al chico con el que supuestamente mantenía una nueva relación, según la versión dada por Daniel, a la que no dan crédito ni el fiscal ni la acusación particular, que la consideran una invención, frente al relato bien hilado y coherente de la víctima.

«Inmadurez afectiva»

Todo ello provocó en Daniel, según los peritos de la defensa, un «cóctel explosivo» en el joven cabo del Ejército del Aire, que tiene una personalidad de «gran inmadurez afectiva» y proclive a perder el control en circunstancias adversas como el temor a quedarse solo y a ser abandonado, dijeron los peritos.

Por todo lo expuesto en la vista oral, la fiscalía modificó sus conclusiones y calificó los hechos de intento de asesinato y no de intento de homicidio como lo expuso de forma provisional al incluir las agravantes de parentesco (por la relación afectiva que había) y de alevosía y solicita para el encausado diez años de cárcel.

Por su parte, la acusación particular eleva la pena para el acusado a 15 años por un intento de asesinato, mientras que la defensa solicita un máximo de nueve meses de cárcel por un delito de lesiones con las atenuantes muy cualificadas de arrebato y reparación del daño.

Fuente: ABC