Antonio Rodríguez «La política atrae más que nunca a los militares»

Desde los años turbulentos de la Transición, en los que el general Gutiérrez-Mellado fue vicepresidente del Gobierno, no se había visto a tantos militares en primera línea de la política. José Julio Rodríguez (Orense, 1948) ha sido el fichaje estrella de Podemos durante la precampaña. Tras alcanzar el puesto más alto al que puede aspirar un militar –el de jefe del Estado Mayor de la Defensa–, ahora se encuentra “cómodo” en los debates internos de una formación que se ha declarado pacifista desde sus orígenes.

“Siempre he tenido curiosidad intelectual por seguir la política y ahora que tenía más tiempo, he podido seguir las propuestas de cada uno”, afirma el exgeneral a TIEMPO. Rodríguez subraya que en este momento de su vida le ha atraído “el estar más cerca de la gente”, pero matiza que durante su trayectoria militar nunca tuvo interés por colgar el uniforme y entrar en la política. Va de número dos de Podemos por Zaragoza, así que se ve defendiendo los intereses de la provincia en la que vive. Con su previsible acta de diputado bajo el brazo, si las encuestas no fallan, cree que Podemos le designará para las comisiones parlamentarias en las que se traten asuntos de seguridad y defensa, “donde podré aportar algo más”, si bien aún confía en que la formación morada sea la vencedora “y a lo que diga el presidente Iglesias”.

En el Congreso se encontrará seguramente con la excomandante Zaida Cantera (Madrid, 1977), uno de los fichajes más mediáticos del socialista Pedro Sánchez. “Me ha atraído solo la buena política, la política honrada, la limpia, la que se concibe como sacrificio y dedicación a los ciudadanos y la posibilidad que desde ella se tiene para mejorar el día a día de las personas”, afirma.

Cantera sabe que su caso personal de acoso dentro del Ejército ha servido para mejorar la legislación, así que no se quiere centrar solo en temas de defensa. “Me interesan los asuntos de igualdad, asuntos sociales o asuntos exteriores”, avisa antes de recordar que su formación militar le ha permitido adquirir “capacidades de mando, liderazgo, gestión de recursos humanos y económicos y agilidad en la toma de decisiones”.

Un capitán en C’s. Ciudadanos no ha fichado a ningún militar para el 20-D,
pero su secretario general desde 2009, Matías Alonso (La Línea de la Concepción, 1952), estuvo más de veinte años en el Ejército de Tierra, donde llegó a capitán de Artillería antes de pasar a la reserva en 1992. Dos años después recuperó sus derechos civiles y ahora acaba de estrenar acta de diputado autonómico por Tarragona. “La llamada de la política me la generó la propia deriva de la política. Antes de Ciudadanos no sentí inquietud por ella. Me había ido a finales de los setenta de una Cataluña pujante, con una sociedad muy abierta que encauzaba el anhelo democrático y el europeísmo español. Cuando volví en 1993 ya no era lo mismo”.

El punto de inflexión para él fue el primer Gobierno tripartito que llevó al poder al socialista Pascual Maragall, en diciembre de 2003. “Era un pacto extraño, cuya piedra angular era el sectarismo, ya que el llamado pacto del Tinell excluía de un plumazo a los otros partidos”, recuerda Alonso. Al poco tiempo se enteró de que junto a su trabajo en Barcelona se iba a presentar el manifiesto fundacional de Ciudadanos. Era junio de 2005 y supuso para él una “gratísima” experiencia. A partir de ahí no se separó de Ciudadanos.

¿Qué aporta el militar a la política? “Hay que tener un mínimo de formación, de sentido común y valores claros. Eso lo encontré también en Ciudadanos, con su defensa de los valores democráticos y fundamentales. El estar en unidades, el trabajar en equipos, te da esa habilidad. Al final, lo que funciona son los equipos”, concluye Alonso.

Fuente: Tiempo