Cecilio Andrade: Día a Día en Z.O.

Para mucha gente, la mayoría de los ciudadanos en realidad, trabajar en una Z.O. (Zona de Operaciones, BiH, Kósovo, Congo, Afganistán, Iraq, Líbano, etc) significa estar esquivando balas, IED´s, granadas de mortero, de RPG, etc.

Y ciertamente, a veces, por suerte no siempre, la realidad parece darles la razón. Pero la realidad de los operadores y fuerzas militares y policiales en estas zonas, normalmente tiene un gran tanto por ciento de cotidianidad y rutina.

Creo que puedo decir que he viajado en dichas zonas de todas las maneras posibles, convoy militar (conduciendo, acompañando, sirviendo una ametralladora o Lg40, en 4×4 o 6×6), en todos terrenos ¿Pajeros? más civiles, en convoy tipo diplomático u operativo, con y sin apoyo de helicópteros, en suburbans blindados, etc. etc. etc.

He portado mis armas de forma totalmente visible y también de forma nada llamativa.

He vestido uniforme oficial reglamentario, otras veces más de tactic tipo 5.11, de sport civil y también de traje y corbata.

Y en todas y cada una de esas ocasiones he cometido errores y he aprendido muchas cosas, unas veces utilizando el menos común de los sentidos, el sentido común, otras preguntando, y, como ya dije, muchas de esas lecciones vinieron de errores.

Tuve la suerte, ya que no otra cosa, de poder salir con bien y estar hoy escribiendo estas líneas.

Lo primero es la revisión de mantenimiento preventivo diaria de los vehículos y armas de apoyo si las hay, niveles de líquidos, estado de los manguitos, presiones, lubricados, etc. Tener un check-list que nos permita realizar una revisión rápida y metódica sin pasar nada por alto.

Aquí es importante recordar que ser un conductor seguro y fiable en nuestros respectivos lugares de residencia, no implica que seamos buenos conductores tácticos. Hay que aprender esa especialidad, hay que reconocer la falta de capacidad personal y, por un lado, intentar subsanarla y por otro permitir que otro, más capacitado, haga ese cometido.

Debemos ser capaces de cambiar un neumático en cuestión de minutos, sea el tipo de vehículo que sea, y ello también debe entrenarse. Y esto me lleva a otra cuestión, la necesidad de tener una buena, buena de calidad, caja de herramientas para poder solventar cuestiones mecánicas lo mejor posible. Todos deben saber que herramienta es, para que sirve y como utilizarla. Y por supuesto no olvidar comprobar el estado y presión de la rueda de repuesto.

Comprobar que los depósitos de combustible están llenos, así como las lata-petacas de emergencia. El engranaje del cambio es fundamental, compruebe su estado, su lubricación y su mantenimiento.

Es importante repasar cada día los procedimientos en cada caso, perder, mejor dicho, ganar 30 o 40 minutos en repasar formaciones, acciones en caso de IED´s, de emboscada, de vehículo averiado o dañado. Recordar los procedimientos de evacuación, de parada, de descanso.

Algunos dirán que eso es pesado, aburrido e inútil, es evidente que si nunca pasa nada, es así, pero ¿y si pasa? Nunca pasa nada hasta que pasa. Es mejor repasar lo ya sabido que intentar recordar que hacer ante el vehículo delantero ardiendo, alcanzado por un RPG y cerrándonos el paso.

Nunca lo he hecho, las portaba en mi equipo personal, pero no es mala cosa llevar entre los asientos delanteros una granada de fragmentación, una flash-bang, un bote de humo y otro lacrimógeno.

Antes de continuar con los motivos del párrafo anterior recordar una cosa:

– Jamás agarre la anilla seguro de la granada o bote dentro del vehículo, hágalo siempre cuando estos artefactos estén fuera del vehículo (ya sea por la ventanilla o la puerta). El motivo es más que evidente, si su vehículo frena por sorpresa, es golpeado, pasa un bache y Ud. tiene agarrada la anilla, es factible que se le caiga la granada o bote de la mano. Si está fuera del vehículo, el riesgo es mínimo, pero si se le cae dentro del vehículo… ¿qué creen ud´s?

La Flash-bang y el lacrimógeno nos facilitaran la apertura de brechas cuando haya mucho personal cerrándonos el paso de una forma no violenta. Pero alertas con el viento y la posibilidad de quedarnos parados al soltar el lacrimógeno, no es muy divertido estar dentro de un vehículo con una nube lacrimógena rodeándote, se lo aseguro.

El humo nos permitirá marcar nuestra posición o incluso obligar a alejarse y frenar a motoristas o conductores despistados.

¿Granada de fragmentación? Bueno, no creo que sea necesario explicar en qué ocasiones nos podrán ser más útiles, ¿verdad?

Estudiar todas las rutas y seleccionar las más seguras según nuestro criterio e informaciones forma parte ineludible del plan de trabajo. Marcar, explicar y asegurarnos de su entendimiento e identificación de la ruta principal, las secundarias y las alternativas. Marcar puntos de repostaje, paradas técnicas, zonas de riesgo y puntos de control. Todos y cada uno de los integrantes deben conocer el plan de ruta, sin excepción.

Comprobar así mismo las baterías de repuesto para las radios, GPS y otros medios electrónicos. Mapas y brújulas no son cosas obsoletas, muy al contrario. Comida y agua, tanto de emergencia como de uso inmediato.

A nivel personal también debemos portar GPS, mapas y brújula. Nuestra arma limpia y “caliente”, y cuantos cargadores podamos portar teniendo en cuenta la comodidad y la eficacia.

El blindaje personal debe formar parte de nosotros mismos, y de la misma forma que los legionarios romanos trabajaban con todo su panoplia de armas y protecciones, nosotros debemos poder realizar cualquier trabajo también con toda la impedimenta, de una forma eficaz, segura y rápida. Casco, chaleco, equipo y armas deben ser como un traje. Y un traje, si fuese el caso, debe ser como nuestro uniforme, y no ser un subterfugio para restarnos equipo y protección.

En toda base debemos conocer exactamente donde está nuestro refugio en caso de ataque de morteros o cohetes.

Recorreremos esa ruta varias veces hasta tenerla memorizada. No es una buena cosa intentar llegar a un lugar que está “por allí”, tras despertarnos bruscamente por la explosión de un cohete.

Todos los días deben repasar la técnica de tiro, en seco, por supuesto, el cambio de cargador, cambios de dirección, interrupciones, etc. Manejar nuestras armas debe ser algo instintivo-aprendido, no algo en lo que pensar en una emboscada.

Su arma puede quedarse sin munición, resultar dañada o perderla por algún motivo, e igualmente puede encontrarse empuñando un arma de si adversario. Aprenda a manejar con toda la eficacia posible las armas que pueden encontrarse a su alrededor, nunca sabe con cual acabará salvando su vida o la de sus compañeros.

En determinadas zonas los campos de tiro y visión pueden superar los 1000 metros, y muchas emboscadas pueden ser del tipo lejano de hostigamiento. Es por ello que no es mal aprendizaje el intentar alcanzar blancos a 600 metros o algo más. No es necesario convertirse en un francotirador, pero si el poder hacer fuego de supresión con la mayor eficacia posible a esas distancias.

Si el vehículo no es blindado baje las ventanillas, amén de facilitarle el tiro de respuesta de una forma rápida, recuerde que aunque un proyectil no le alcance a Ud. si lo pueden hacer todos los vidrios rotos tras atravesar la ventanilla, y el resultado puede ser tan incapacitante o más que un disparo.

El botiquín debe ser revisado si no todos los días si una vez a la semana al menos, reponiendo lo deteriorado y/o caducado.

No es jamás un gasto, es una inversión en vidas, inversión que implica salvar o no salvar a un compañero o a nosotros mismos. Por supuesto todos deben ser capaces estabilizar en la medida de lo posible a un herido, y ello implica instrucción, adiestramiento y… repetición.

Nunca beba trabajando, eso no requiere explicación, al menos para mí no, y con quien trabajo tampoco. Pero lleve algunas botellas de vino y licores, así como tabaco aunque no fume, facilitan muchas negociaciones

Nunca lance caramelos o comida a los niños, correrá el riesgo de que se metan delante de su vehículo y acabe atropellándolos, algo que le causará muchos problemas graves de conciencia, administrativos, legales y, también, es posible que los lugareños no se lo tomen muy a bien y ponga en riesgo al resto de personal de su convoy.

Escoltando en una zona no de guerra quizás pueda llevar su pistola y dos o tres cargadores, en otras zonas jamás le recomendaría menos de 10 para su arma. Pero ud y la situación son quien debe decidir.

Claro que alguno sumará arma larga más 10/12 cargadores, arma corta con 5, botiquín individual, GPS, mapa y brújula, radio y baterías, comida y camelback, protección blindada, y eso sin añadir GVN, o algún equipo especializado, es mucho equipo. ¿No?

¿Qué puedo decir? En este tipo de trabajo la forma física es fundamental, y sin ella, lo mejor es dedicarse a los bailes de salón. Lo siento. También debo decir que no es necesario ser un atleta olímpico.

Si Ud. cree que algo va mal, haga caso de su intuición, no es nada misterioso, es simplemente que su subconsciente ha detectado algo y que su consciente no ha hecho, utilice lo que la naturaleza le ha dado para sobrevivir.

Una vez en acción no deje nada a medias, un herido armado que se arrastra a cubierto es alguien que después volverá a disparar, no le deje hacerlo, no es inhumano, es simple ley de supervivencia.

No se cubra tras la puerta de un coche no blindado, ni siquiera el motor es 100% seguro, si puede utilice una verdadera protección de tierra, cemento o blindaje, incluso si debe moverse o hacer cuerpo a tierra, no le importe mancharse, la sangre es más difícil de limpiar, y es probable que Ud. no pudiera hacerlo.

No es buena cosa tener a alguien en el equipo que no tiene la capacidad ni habilidad necesaria, ya no solo para protegerse el mismo, si no para cuidar el culo de los demás. Si además su personalidad es contraria al equipo, peor.

Es bueno llevar una buena remesa de sentido del humor en la mochila, ayuda a sobrellevar las peores situaciones. Hay que ser capaz de soportar y lanzar las bromas más soeces, al menos según los cánones de la bien pensante y políticamente correcta sociedad occidental. En este trabajo esas “bromas” ayudan a relajar la tensión, a bajar la adrenalina y sobre todo a unir al equipo en una unidad familiar.

Un soldado, un policía también pero no tanto, recibe un sueldo realmente patético por arriesgar su vida, con equipos comprados al proveedor que hizo la oferta más baja, y con unos servicios de vida realmente pobres, es por ello que es más loable su esfuerzo, sacrificio y entrega.

Si Ud. trabaja para cualquier otra entidad u organización, ya sea internacional o privada, no solo su sueldo puede multiplicarse por 5, por 10 o incluso por 15, si no que sus comodidades, su equipo y su trato serán mucho mejores usualmente. Piénselo cuando estén haciendo “muchas” horas de servicio, o cuando por cuestiones de imagen pública le exijan ponerse traje, afeitarse o aprender a comer en un restaurante de 5 tenedores.

Otra cosa, esos “pobres” soldados son los que en muchos casos le sacarán las castañas del fuego cuando se le estén quemando sus… “castañas».

Cuídense y cuiden de los suyos.

Fuente: Blog Cecilio Andrade