El Ministerio de Defensa ha puesto en marcha la licitación para externalizar el mantenimiento de cuatro piscinas de verano de uno de los clubes recreativos de los que disfrutan los mandos militares. La razón que se aduce es que el personal adscrito no puede hacerse cargo del mantenimiento que hasta ahora venía realizando.
El Ministerio de Defensa lleva años gastando cantidades muy superiores a las presupuestadas. El departamento que ahora dirige Pedro Morenés ha sufrido recortes desde 2008 y suele ir tan ‘ajustado’ que requiere créditos extraordinarios que el Gobierno le ha ido inyectando mediante decreto ley en mitad de los ejercicios. Una medida que, más que extraordinaria, parece ya una tradición. El último ejemplo fue el de la ayuda extra de más de 877 millones de euros concedida el pasado 26 de julio por la vía expeditiva “para atender al pago de obligaciones correspondientes a programas especiales de armamento y material”, que vino precedida de otra de 582,3 millones autorizada el 30 de abril de 2013. Sin embargo, dado que el ministerio no va sobrado, mantiene gastos que poco tienen que ver con las «necesidades político-estratégicas, económicas, industriales y tecnológicas esenciales para la modernización de las Fuerzas Armadas». Es el caso de la externalización del servicio de mantenimiento de las piscinas de verano de uno de los clubes recreativos de los que disfrutan los mandos militares, cuyo proceso de licitación está en marcha con un precio fijado en 110.500 euros.
Se trata del Centro Deportivo y Sociocultural Militar del E.T “La Dehesa”, situado en el suroeste de Madrid, un completísimo complejo que ofrece campos de fútbol, canchas de básket, pistas de pádel, de patinaje, de atletismo, de frontón, galerías de tiro, un campo de golf, hípica, cuatro piscinas al aire libre y una climatizada, entre otras instalaciones deportivas. Su uso es restringido al personal de las categorías Oficiales Generales y Oficiales y, aunque si bien es cierto que sus usuarios pagan unas cuotas por disfrutar de este servicio, el gasto que ocasiona su funcionamiento forma parte de la partida incluida en el paquete de ‘Acción Social’ de los presupuestos de Defensa, como ocurre con las instalaciones vacacionales subvencionadas para los militares y sus familiares.
Aun siendo los militares de tropa la escala mayoritaria dentro de las Fuerzas Armadas, las instalaciones a las que tienen acceso son de menor categoría y mucho menos numerosas
Según el pliego de condiciones relativo a la explotación de las piscinas de verano en el centro La Dehesa, se hace necesaria la contratación de una empresa externa porque “no tiene personal suficiente y carece de medios para poder prestar el servicio adecuadamente, y siendo este servicio básico para los usuarios del centro”. Así, Defensa asumirá un gasto más por mantener una instalación exclusiva, y pagará a la empresa adjudicataria un precio máximo de 110.500 euros por un servicio de 3 meses de duración: del 16 de junio hasta el 14 de septiembre del 2014.
Las prescripciones técnicas de los pliegos especifican que el servicio se prestará en el área donde se ubican las cuatro piscinas: una olímpica, una familiar, una infantil y otra hexagonal. Dentro de los servicios contratados se incluyen asistencia sanitaria, servicio de socorristas y servicios de mantenimiento y limpieza, por lo que la empresa que se haga con el contrato deberá emplear el personal necesario para garantizar la correcta atención y el debido mantenimiento, dependiendo este personal exclusivamente de la empresa adjudicataria. Ésta también aportará “todos los productos para el tratamiento del agua y su posterior control, así como los materiales utilizados en la limpieza de las piscinas y las depuradoras”. El centro cederá la maquinaria y útiles necesarios para las tareas de limpieza, que deberá devolver el adjudicatario al finalizar el contrato.
Cada uno de los Ejércitos (Armada, Tierra y Aire) mantiene su red de centros deportivos y residencias vacacionales, con una dependencia orgánica, normativa y dotación presupuestaria propia de cada uno. Lo que sí es común es que la mayoría de estas instalaciones están reservadas a oficiales y suboficiales. Aun siendo los militares de tropa y marinería el personal mayoritario de las Fuerzas Armadas, los centros recreativos a los que este colectivo tiene acceso son de menor categoría y mucho menos numerosos.
Defensa lleva varios años sufriendo recortes presupuestarios, aunque gracias a esos créditos extraordinarios su presupuesto engorda cada año unos 1.000 millones de media
El joven teniente Luis Gonzalo denuncia en su libro Un paso al frente la indignación que existe entre los militares de tropa por el tratamiento privilegiado que reciben los oficiales, entre otras cuestiones. El autor de la publicación pone este tipo de complejos deportivos, junto a salas VIP, spas y otras instalaciones exclusivas, como ejemplo del despilfarro de una gran cantidad de dinero público para “que unos pocos puedan sentirse ricos sin serlo”. Gonzalo denuncia la abismal diferencia de trato entre las escalas del Ejército y el abuso que supone que los mandos sean quienes tengan acceso a este tipo de lugares “a precios irrisorios”.
Primero recortes, luego créditos de urgencia
Aunque el ministerio de Morenés ha reducido el presupuesto un 3,2% en 2014 respecto al año anterior (191 millones menos), no ha seguido el ejemplo del Ministerio del Interior -que eliminó en 2012 las ayudas al alquiler de residencias de verano para los miembros de la Guardia Civil- y no ha recortado este tipo de partidas incluidas en el programa de Acción Social y apoyo al personal en el Ministerio de Defensa. Los cinco años consecutivos de recortes han supuesto una caída del gasto en Defensa del 30%, pero lo cierto es que su presupuesto inicial engorda cada año una media de 1.000 millones gracias a esos créditos extraordinarios: en2008 se gastaron 9.810 millones de euros frente a los 8.149 presupuestados; en2009 se pasó de 8.255 a 9.344 millones; en2010 los 7.694 millones iniciales se convirtieron en 8.715; en2011, el gasto de 7.156 millones acabó en 8.301; y en 2012 la partida extraordinaria fue aún mayor y el presupuesto de 6.316 millones se disparó más allá de los 9.000.
Fuente : Vozpópuli