Cuando el decisor político encomienda a los diversos organismos productores de inteligencia sus objetivos según las necesidades que en cada momento pueda tener no les marca unas pautas rígidas en cuanto al modo de obtención de dicha inteligencia –más allá de los límites establecidos por la ley–, sino que le permite libertad en cuanto al uso de los medios materiales y personales para ello.
Algo que se presume racional debido a que quién mejor para saber cómo se debe obtener la información que quien está especializado en ello. Y es entonces cuando se abre un enorme abanico de posibles medios para recabar información, que podrán ser utilizados indistintamente según sea, a criterio de la dirección de la organización, más razonable el uso de uno u otro medio.
Parece lógico pensar que, para cada situación en la que sea necesaria la obtención de dicha información habrá un método que prime por encima de los demás y deba ser escogido, sin embargo, contrastar la información se verá como algo necesario en un campo donde las medias verdades abundan y la toma de una decisión en base a una información errónea puede llevar a poner en peligro no sólo vidas humanas, sino incluso la seguridad del propio país.
Si nos fijamos en la historia, uno de los primeros métodos para la obtención de información lo encontramos en la que obtenemos de las propias personas, la HUMINT. Hace más de dos mil quinientos años, Sun Tzu en su célebre obra El arte de la guerra hablaba de la gran importancia que tenían los espías dentro de la guerra y de la necesidad de un uso razonable y sabio de los mismos por parte del gobernante, ya que con la información adecuada, una guerra costosa que se podía prolongar meses o incluso años, con un gran coste económico y en vidas para el pueblo podría terminarse en un solo día mediante una operación acertada.
En estos casos, la información que podían obtener los espías era, en su mayoría, la que recibían de fuentes humanas, ya fuesen campesinos o habitantes de las aldeas o ciudades enemigas, funcionarios o miembros cercanos a la corte de sus rivales o la propia que pudiesen obtener infiltrándose en las filas enemigas, por lo que la veracidad de dichas informaciones otorgaba una gran ventaja estratégica a su poseedor.
Con el avance del tiempo van surgiendo nuevos medios de obtener y transmitir dicha información por lo que junto con los documentos escritos, la imagen fotográfica y el vídeo se convierten en poderosas armas en manos de los gobernantes al poder identificar de forma más precisa posibles objetivos rivales así como los movimientos de sus tropas. Es ya con los últimos avances tecnológicos cuando el campo de la obtención de información experimenta su mayor avance, pudiéndose obtener imágenes, video, grabaciones de sonido, prácticamente desde cualquier parte del mundo, del objetivo que deseemos, lo cual, si bien tiene notables ventajas, constituye una cantidad de información ingente que dificulta su procesamiento y análisis, pudiendo ralentizar la toma de decisiones respecto de un tema determinado y poniendo en peligro operaciones en curso.
También debemos tener en cuenta que vivimos en un mundo en el que se utiliza la desinformación como arma contra el espionaje y en la guerra, lo que genera que en muchos casos, la información que obtenemos y creamos por cierta nos lleve a un callejón sin salida o incluso a algo peor, a una trampa intencionada por nuestros enemigos, por lo que serán los analistas y expertos en inteligencia los encargados de discriminar entre qué información es realmente de calidad y cuál debemos desechar, ardua tarea que no siempre cuenta con los medios necesarios para llevarse a cabo.
Por otro lado nos encontramos no sólo con que el espionaje estatal se limita a aquellos países, grupos o individuos que el propio Estado considera peligrosos para su seguridad, sino que también existe un espionaje a gran escala contra los propios países aliados y que genera situaciones de desconfianza y recelo que pueden dañar seriamente relaciones diplomáticas estables.
Todas estas circunstancias nos llevan a situaciones en las que los Estados deben realizar la toma de decisiones en base a informaciones que presumen ciertas debido a la interpretación de sus expertos o motivada por las intuiciones o decisiones con un carácter más político que estratégico. Como claro ejemplo de esta situación tenemos las supuestas armas de destrucción masiva de Irak, lo que consideraremos como un ejemplo de los fallos de inteligencia que puede producir un dependencia excesiva en la inteligencia de imágenes (IMINT), así como considerar como cierta información no contrasta de fuentes no fiables.
Con esto no queremos, ni mucho menos, desprestigiar el uso de imágenes utilizado en inteligencia mediante cualquier tipo de captación, ya que han demostrado en numerosas ocasiones ser de gran utilidad a la hora de localizar objetivos así como de preparar ofensivas militares. Tan solo queremos dejar ver que ciertamente, es un método que se debe utilizar con reservas y cotejarlo siempre que se pueda con información obtenida por otras vías así como el hacer un uso restrictivo del mismo cuando las imágenes no sean del todo fiables o por su calidad o imprecisión no se pueda asegurar la certeza de lo que se presume se ve en la imagen.
Si como decíamos anteriormente la inteligencia obtenida por fuentes humanas es de las más antiguas, probablemente en la actualidad también sea la que otorgue, con un menor coste tanto personal como material en comparación con los demás medios de obtención, una mayor cantidad de información aprovechable, siempre y cuando se cumplan unas determinadas circunstancias:
La información debe provenir de una fuente de confianza o al menos debe poder contrastarse.
No se debe contaminar la información en ningún momento, ni en su recepción ni en su envío a quien deba procesarla, dejándola libre de cualquier injerencia que pueda modificarla.
Tanto quien obtenga la información como quien la reciba para procesarla debe dejar al margen sus prejuicios o experiencias previas y tratar la información tal y como se obtiene para evitar alteraciones, intencionadas o no, en la misma.
Que los medios de obtención y recogida de la información sean los adecuados en cada caso.
Cumpliendo estos requisitos, en principio, se debería poder obtener una información de calidad que pueda generar una inteligencia tal que pueda suponer una ventaja estratégica real para los decisores políticos. El problema está en cómo podemos asegurar que la información que una fuente humana nos hace llegar es real o no.
Se debe buscar un medio de discernir lo real de la posible contaminación o desinformación intencionada de la fuente así como tratar de separar la información más importante de la “paja”, y para ello los Estados pueden invertir en la formación de sus agentes y analistas para que puedan “ver más allá” de las simples palabras que su fuente les comunique, de modo que puedan intuir y apreciar las verdaderas intenciones de la misma así como ver el engaño que puedan intentar transmitir o confirmar la veracidad de sus palabras.
Para ello, será necesaria una correcta formación en el campo de la comunicación no verbal, tanto de los agentes encargados de la obtención de la información como posteriormente de las personas encargadas de su análisis y procesamiento.
Comunicación no verbal
Dentro del campo de la comunicación no verbal nos encontraremos con dos áreas de aplicación, por un lado, el estudio de la comunicación no verbal de la fuente de la que esperamos obtener información, el otro caso será el control de la propia comunicación no verbal por parte del agente para tratar de influir o manipular a la fuente o incluso tratar de infiltrarse en las filas enemigas sin ser detectado, algo para lo que es necesario un gran dominio de las emociones y de la comunicación no verbal propia. Empezaremos por el estudio de la comunicación no verbal en la fuente para a continuación dar unas leves pinceladas acerca de la comunicación no verbal del propio agente
La comunicación no verbal en la fuente de información:
La caracterización y los aspectos que sitúan la comunicación no verbal como pseudociencia son los que, por lo general, suscitan un mayor interés hacia esta disciplina, al poder ser aplicada a situaciones cotidianas de la vida o de diferentes ámbitos profesionales. El inconveniente se presenta cuando esa aplicación se realiza de forma no rigurosa o sin seguir un método adecuado para su análisis, lo que convierte las conclusiones que se pueden obtener en meras conjeturas o intuiciones en las que, en la mayoría de los casos, intervienen los prejuicios personales del aplicador, contaminando el resultado final.
Esto sucede en muchos casos en los que se realiza un análisis de comunicación no verbal sobre familiares o conocidos en ámbitos de escasa o nula trascendencia, en donde cualquier error de percepción o análisis no tiene mayor importancia que el de un malentendido entre amigos. Por otro lado, también es frecuente recurrir a la comunicación no verbal por parte de los psicólogos sociales en las pruebas de selección de personal y en los gabinetes de recursos humanos, generalmente realizado con pocos medios y sin mucho tiempo, lo que conlleva a realizar una vaga y superficial interpretación de lo que se ve. El problema en este caso se da en que el propio entrevistador se encarga del análisis gestual y postural del candidato en la entrevista de trabajo, tratando de analizarlo al mismo tiempo que realiza las preguntas y genera un dictamen en el momento que en ocasiones puede estar influido por las propias sensaciones que recibe del entrevistado en ese momento. En la mayoría de los casos esas entrevistas no son gravadas ni visualizadas a posteriori, sino que tan solo se basan para su análisis en aquello que el entrevistador puede observar en el transcurso de la entrevista, lo que generalmente provoca que gran parte de la información transmitida por comunicación no verbal pase desapercibida y se pierda en el análisis, por lo que nuevamente, este método es ineficaz y termina por ser, más que un análisis riguroso del candidato, una percepción personal del entrevistador.
Pero el campo de la comunicación no verbal en la inteligencia de fuentes humanas va más allá. Se busca un nivel de profesionalidad y la utilización de unos recursos tanto personales como técnicos así como un método de análisis que conviertan esta disciplina en una ciencia, o al menos en algo lo más parecido posible. Se trata de realizar una auténtica investigación con documentos que podamos estudiar las veces que sean necesarias, para lo cual las grabaciones de vídeo y audio se convierten en la herramienta principal a utilizar por parte del analista, de modo que podrá ver repetidas las imágenes tantas veces como sea necesario para poder analizar, fotograma a fotograma cualquier expresión o gesto que pueda resultar relevante, pudiéndose incluso, gracias a los avances en las tecnologías de la imagen, captar con gran nitidez las micro-expresiones de los sujetos sometidos al análisis, las cuales suelen resultar muy relevantes para la correcta interpretación de la comunicación no verbal del sujeto a analizar.
Ciertamente existe un alto grado de escepticismo sobre la certeza de los resultados que puede dar el análisis de la comunicación no verbal, pues ciertos expertos de ramas de la psicología, la sociología o la antropología, como Margaret Mead, han sostenido que la conducta así como la expresión corporal y gestual viene dada por el aprendizaje, y este a su vez depende de la cultura en la que se eduque a cada persona. Un ejemplo lo tendríamos en los diferentes modos de saludar de las personas según la nacionalidad de la que provengan.
La comunicación no verbal que se expresa de forma inconsciente es inherente al ser humano sin importar su formación, cultura, religión o edad, al contrario de aquella que expresamos de forma consciente que podrá tener una mayor influencia de los condicionantes externos a que se verá sometido en su entorno el sujeto a analizar. Esto es así ya que ese tipo de comunicación inconsciente no es adquirida ni aprendida, sino que se encuentra en la conciencia más profunda de nuestro ser. Se trata de la externalización de las emociones primitivas heredadas mediante miles de años de generación en generación y que han permitido a la especie sobrevivir. Del mismo modo que las tortugas marinas desovan en la playa y el instinto de supervivencia de sus crías recién nacidas las impulsa de vuelta al mar, es ese instinto adquirido a través de las generaciones el que les indica que deben volver una vez más a desovar ellas mismas a la playa. En el caso del ser humano, el instinto es el que ha creado su conducta inconsciente, a través de más de dos millones de años en los que no poseía un aparato fonador suficiente como para generar una comunicación verbal para transmitir sus sentimientos, estos debían ser comunicados mediante expresiones, gestos y especialmente, a través del rostro. Se suele decir que la cara es el espejo del alma y eso no es del todo erróneo, ya que nuestros antepasados primitivos necesitaban expresar sentimientos para sobrevivir y relacionarse con los demás miembros de su entorno. Necesitaban expresar sus sentimientos para guardar su territorio, alertar a los demás miembros y enseñar a las nuevas generaciones. Una comunicación de tal calibre practicada desde el surgimiento del primer ser de la especie homo hasta la aparición del primer ser con un desarrollo cognitivo y de su aparato fonador suficiente como para generar un código de comunicación verbal deja una impronta en sus descendientes que perdurará a lo largo de los milenios.
Lógicamente, la falta de pruebas existentes sobre la comunicación del antecesor del hombre parece hacer imposible verificar estas hipótesis, sin embargo, las teorías de la universalidad de las emociones parece hallar la prueba para demostrar esta teoría.
A lo largo de los años 60 y 70 del pasado siglo, los estudios del profesor Paul Ekman sirvieron para demostrar que sujetos de distintas culturas sin contacto entre ellas podían identificar ciertas expresiones relacionándolas con determinadas emociones, lo cual hacía ver que no existía un nexo cultural en las mismas sino que su adquisición venía marcada en el propio código genético del ser humano.
Para llevar a cabo estos estudios, el profesor Ekman se adentró en una tribu indígena de Papúa Nueva Guinea, la cual no había tenido ningún contacto con la civilización exterior y se encontraba en un estado similar al de la edad de piedra. En sus experimentos pudo constatar dos elementos muy importantes, por un lado, que las expresiones que estos sujetos utilizaban para expresar emociones como tristeza, alegría, sorpresa o miedo eran iguales a las que había podido analizar en personas de diversas partes del planeta.
Por otro lado, cuando se le enseñaba imágenes con rostros representando diversas emociones a estos indígenas, éstos eran capaces de identificar las expresiones, aun cuando quienes aparecían en las fotografías eran personas de raza distinta a la suya, por lo que se demuestra que ese conocimiento sobre las emociones que se reflejan a través de la cara no es adquirida, sino que es innata en el ser humano. Otro factor determinante para ello también fue el hecho de no encontrar en los miembros de esta cultura ninguna expresión que al profesor Ekman le resultase desconocido, de modo que, si como sostenían numerosos estudiosos de la época, las expresiones fuesen adquiridas, una sociedad sin contacto con el exterior debería mostrar expresiones propias que fuesen desconocidas a quien no fuese un miembro de dicha comunidad.
Los trabajos del profesor Ekman han conseguido poner a la comunidad científica de acuerdo sobre su validez, algo que le ha valido su reconocimiento traducido en numerosos premios de prestigio como el Premio de Investigación Científica del Instituto Nacional de Salud Mental recibido en los años 1971, 1976, 1981, 1987, 1991 y 1997 entre otros, siendo sus teorías estudiadas en numerosas universidades de todo el mundo.
Otra gran aportación del profesor Ekman ha sido acerca de las micro-expresiones, demostrando que pueden ser utilizadas para detectar mentiras con un cierto grado de fiabilidad, así como la creación de un sistema de codificación facial de acciones, con el cual se pueden clasificar todas las expresiones del rostro humano. Gracias a los hallazgos a lo largo de su carrera, en la actualidad se encuentra inmerso en la creación de un detector visual de mentiras, el cual podría llegar a convertirse en un invento revolucionario en el campo de los interrogatorios.
Gracias a estos avances en el estudio de la externalización, tanto consciente como inconsciente, de las emociones de los individuos, el analista de inteligencia puede obtener los indicios necesarios para escudriñar más allá de las simples palabras emitidas por la fuente y poder apreciar la veracidad o falsedad de estas así como vislumbrar las auténticas intenciones que pueda tener. Esta habilidad, correctamente aplicada puede tener grandes ventajas dentro del campo de HUMINT, al poder confirmarse la veracidad o falsedad del testimonio presentado por la fuente con un alto índice de fiabilidad.
Para ello, el analista deberá disponer de una grabación, de video y audio preferiblemente, en donde la fuente revele la información y atenderá a tres aspectos importantes la kinesia, la proxemia y la paralingüística, que a su vez serán un todo, la sinergología.
Kinesia: Esta parte del estudio de la comunicación no verbal se centra en el cuerpo del individuo analizado. Se tendrán en cuenta los movimientos de su cuerpo, diversos gestos que pueda hacer así como la postura que adopta y esa observación dependerá de la situación en la que se encuentra el sujeto, bien si está aislado o si se encuentra en presencia de terceras personas, lo cual podrá modificar su significado. Como ejemplos de estas situaciones de estudio tendríamos clásico en el varón, el gesto de cubrirse los genitales con una o ambas manos, el cual suele interpretarse como una situación incómoda para quien realiza el gesto, se puede interpretar que siente que lo están acorralando o incluso que se ve a sí mismo en una situación de inferioridad respecto de su interlocutor o de los individuos que se encuentren a su alrededor, un ejemplo de esta situación la encontramos en la postura que adopta Winston Churchill en la foto de familia de la conferencia de Yalta al encontrarse con que los Estados Unidos y la Unión Soviética lo consideran como un miembro de segundo nivel.
Más conocido es el cruce de brazos por delante de la zona torácica como el esgrimido por el expresidente de los Estados Unidos Richard Nixon en la rueda de prensa que ofreció tras destaparse el escándalo watergate. Este gesto suele ser un indicativo de postura defensiva que se da cuando una persona se siente atacada y trata de poner una “barrera” de protección frente a dicho ataque.
Proxemia: Será la encarga del análisis de la posición del sujeto dentro de la zona en la que se encuentra así como de su relación espacial con las demás personas presentes, estén siendo éstas analizadas o no.
Influirá en este caso si debemos analizar a dos personas o a una que se encuentre acompañada en la posición que ocupará cada uno en el lugar en que se encuentren, la distancia entre ellos así como en relación al espacio que ocupan, como sucedería en un interrogatorio en el que el sujeto que está siendo analizado pueda moverse libremente por la estancia en la que se encuentre y no esté cómodo con las preguntas que le estén realizando, lo que provocará que se sitúe en una posición lo más próxima posible a la puerta de salida, una reacción instintiva en el ser humano que ante una sensación de peligro buscará la escapatoria más cercana. Por otro lado, si queremos analizar a dos sujetos al mismo tiempo, para ver la relación real que tienen o incluso tratar de que se desenmascaren el uno al otro, al situarlos en la misma estancia podremos observar la dinámica de poder propia de su relación así como la relación personal que puedan tener, de modo que dos personas que sientan aversión hacia la otra tratarán de situarse en los extremos opuestos de la sala, tratando de distanciarse lo máximo posible respecto del otro. Un ejemplo que pasa inadvertido para ojos inexpertos es la aparentemente amistosa situación que se dio en la cumbre de paz de Camp David entre el presidente israelí Ehud Barak y el líder palestino Yasir Arafat al ofrecerse mutuamente el paso al entrar al edificio cuando en realidad se estaba llevando a cabo una sutil lucha por la posición de poder.
Paralingüística: Esta parte se encargará del análisis de aquellos elementos que, formando parte de la comunicación verbal, no tienen ningún tipo de estructura sintáctica, sino que son los elementos o matices que acompañan a las palabras dándoles un carácter particular. Se tratarían de la entonación, el timbre, el ritmo o sonidos entre otros. Una misma frase podrá tener significados totalmente opuestos según el modo en que se diga, y ese será precisamente el campo de estudio de la paralingüística. Esta disciplina nos dirá si el interlocutor siente desprecio, trata de ocultar algo, ironiza, etc. Por lo general cualquier persona sin conocimientos en comunicación no verbal es capaz de darse cuenta de ciertos matices, lo importante aquí es descubrir por qué surgen en la transmisión de la información, que ocultan tras de sí y que intención puede tener el interlocutor. Esa es la auténtica función de la paralingüística, buscar más allá de la simple emoción.
Un dominio correcto de la paralingüística puede suponer una gran ventaja de cara a la identificación de mentiras, ya que gran parte de estas se esconden en cómo decimos las cosas, de modo que si por ejemplo ante una pregunta el interrogado responde automáticamente sin apenas tiempo para pensárselo, podemos estar ante una evidencia de una mentira, ya que el sujeto no se piensa la respuesta ni se toma tiempo en recordar, algo que sería normal en una persona a la que le realizan una pregunta, sino que rápidamente suelta un discurso previamente aprendido, y la necesidad biológica por pasar esa situación cuanto antes hará que se precipite dejando al descubierto sus verdaderas intenciones.
Sinergología: Será la disciplina que engloba las tres partes anteriormente mencionadas y que, a través del estudio de cualquier elemento no-verbal nos permitirá poder analizar las emociones que existen en el momento de la comunicación. La sinergología estudiará para sus análisis todos los elementos de paralingüística, proxemia y kinesia presentes en el sujeto tanto de forma individual como en conjunto con los demás de modo que pueda realizar una valoración global sobre las emociones del individuo, la veracidad o falsedad de aquello que dice y lo que se encuentra oculto tras sus palabras. En resumen, la sinergología es el estudio al completo de la comunicación no verbal de un sujeto.
Esta disciplina en el campo de HUMINT sobre la fuente puede tener una gran variedad de usos. Por un lado podemos utilizar la comunicación no verbal en los interrogatorios a detenidos para lograr por un lado poder discernir la verdad de la mentira en las palabras del interrogado y por otro lado, al tener una posición de control al conocer las verdaderas emociones del sujeto gracias al análisis de su comunicación no verbal, tratar de manipular y llevar el interrogatorio por donde nos pueda interesar para obtener la mayor cantidad de información de calidad posible de ese interrogatorio.
La aplicación tiene un elevado grado de complejidad, y es que debe ser el propio analista quien, mientras realiza el interrogatorio, escrudiñe en la comunicación no verbal del interrogado y realice las modificaciones o cambios necesarios para su correcto desarrollo y poder encaminarlo hacia buen puerto. Lógicamente esto es algo que no lo puede hacer cualquiera, sino que solo un analista experto y muy experimentado podrá llevarlo a cabo del modo más correcto posible, evitando siempre cualquier prejuicio que se pueda tener y tratando de realizar un análisis exclusivamente sobre aquello que realmente ve. Como complemento a ello, un segundo analista podría estar haciendo un seguimiento sobre el interrogatorio desde otra sala, teniendo comunicación directa con el analista/interrogador para comunicarle cualquier dato que pudiera habérsele pasado por alto y pueda ser relevante para el interrogatorio. A todo esto, debe acompañar siempre el posterior análisis de la comunicación no verbal realizado sobre la grabación de dicho interrogatorio, para poder analizarlo en profundidad y no dar una simple valoración superficial de la información obtenida.
El principal uso y por lo tanto el punto fuerte de un analista de comunicación no verbal lo encontraremos en el análisis de la información que las fuentes humanas proporcionen a la organización. Para ello, el agente encargado de recabar la información deberá aportar la grabación pertinente donde se recoja la conversación con el mismo, o esta se deberá realizar en un ambiente previamente preparado donde se ubiquen dispositivos de filmación que permitan poder analizar con posterioridad al sujeto.
Es en este caso donde el analista de comunicación no verbal podrá desplegar todo su potencial. Con el visionado de los grabaciones el analista podrá buscar, fotograma a fotograma, cualquier indicio o evidencia que muestre alguna emoción o expresión que no concuerde con su discurso para así poder desmentirlo, o bien se cerciorará de la veracidad de la información que facilita dándole un mayor grado de confianza. Al mismo tiempo, el analista también podrá evidenciar ciertos rasgos de la personalidad del individuo analizado que pongan de manifiesto posibles traiciones, patologías o comportamientos que puedan poner en peligro la operación que se lleve a cabo gracias a la información que aporta. Por otro lado, el propio analista de comunicación no verbal, una vez tenga sus resultados, podrá aconsejar al agente sobre los pasos más convenientes a seguir en el futuro para poder obtener más información de la fuente.
También tiene lugar la comunicación no verbal en el ámbito de la política. Como pudimos ver con anterioridad, los políticos dicen muchas veces más cosas de las que les gustaría, y es aquí donde el analista puede ejercer una doble función según sobre quién se apliquen sus conocimientos:
Políticos y personajes públicos extranjeros tanto aliados como adversarios: Los políticos ven sometida gran parte de su vida a los objetivos de los periodistas, lo que hace que en muchas ocasiones terminen revelando emociones o gestos que preferirían obviar y que genera un gran volumen de material que poder analizar por parte de los expertos en comunicación no verbal. Esto genera una gran ventaja, un Estado con un buen equipo de analistas podrá recabar información sobre las verdaderas intenciones de los mandatarios de otras naciones en relación a su propio país, por lo que podrá dar una información a sus líderes nacionales que los sitúe en una posición ventajosa al conocer parte de esas intenciones y por lo tanto de su estrategia en materia de política internacional. En los últimos meses hemos sido testigos de cómo los Estados Unidos han espiado a sus propios aliados para obtener información privilegiada que les pudiera dar una ventaja frente a ellos en las negociaciones internacionales.
Ciertamente, si a esa información bruta, le pasamos el filtro de la comunicación no verbal obtendremos una menor cantidad de información pero de mayor calidad, separaremos el trigo de la paja y de ese modo los analistas de inteligencia podrán trabajar sobre una base más sólida. Por otro lado y sin necesidad de espiar a los aliados, el comportamiento que los mandatarios tanto en las cumbres en relación con los demás asistentes como en sus comunicados oficiales puede dar gran cantidad de información que, analizada y utilizada de forma correcta pueda dar una ventaja política. Por otro lado también se podrá utilizar en casos de comunicados en los que se realicen amenazas como pueden ser los realizados por grupos terroristas como ETA, Al-Qaeda o ISIS a través de los cuales poder llegar a identificar a sus miembros, o como los que pudo realizar el presidente de Corea del Norte Kim Jong-Un advirtiendo a los Estados Unidos y a Corea del Sur sobre la posibilidad de un inminente ataque nuclear en los meses de marzo y abril del año 2013 en la que fue una escalada de amenazas que generó una situación de gran tensión política. Si bien cualquier amenaza debe tomarse con las medidas de seguridad oportunas, la correcta interpretación de las emociones a través de sus expresiones de quienes emiten los comunicados podrá darnos una idea de la gravedad real de la amenaza.
Políticos nacionales: En cuanto a los miembros del Gobierno, el experto en comunicación no verbal podrá dar las claves a los políticos para los que trabaja para dominar cualquier situación en la que interactúe con otros políticos extranjeros a través de su propia comunicación no verbal, evitando cualquier gesto que delate sus auténticas intenciones y realizando aquellos que sean deseables en cada situación en que se encuentre. Un político que sea conocedor de esta comunicación y pueda controlar la suya de un modo aceptable tendrá parte del camino ganado en cuanto a las relaciones con sus homólogos. Una de las principales ventajas que se puede obtener de esta disciplina por parte de un político es la habilidad mediadora o conciliadora en la que a través de la comunicación no verbal se trate de generar una mayor seguridad y confianza en su interlocutor. Otra expresión común de un político que domina la comunicación no verbal se da en las habituales fotos de familia, en las que tratará de colocar a su homólogo a su izquierda, de modo que en el momento del apretón de mano para la foto, sea la suya la que se sitúe por delante y se encuentre en la posición más cómoda y ventajosa, dejando en un segundo plano a su acompañante.
La comunicación no verbal en el agente:
El dominio de esta disciplina por parte del agente para su aplicación práctica en su propia persona es, probablemente, la aplicación más complicada de llevar a cabo, sin embargo, en caso de realizarse correctamente, puede otorgar al agente una ventaja considerable para llevar a cabo los cometidos que le sean impuestos. El agente podrá utilizar esta destreza en dos campos:
Manipulación de las fuentes humanas: A través de confidentes, el agente puede hacerse con información que resulte relevante y necesaria para llevar a cabo las operaciones del servicio de inteligencia al que pertenezca o para asegurar la seguridad nacional, pero obtener esa información no siempre será sencillo. La personas que teniendo en su poder dicha información estén dispuestas a revelarla serán agentes dobles, traidores o fuentes infiltradas, por lo que ganarse su confianza será vital para conseguir dicha información, y será ahí donde la comunicación no verbal entrará en juego. A través del manejo de las propias expresiones y movimientos corporales el agente debe transmitir seguridad y confianza, ambas cualidades necesarias para que la fuente coopere y esté dispuesta a arriesgarse, en ocasiones poniendo en juego su propia vida, para informar al agente. Es por ello que aunque las situaciones puedan ser tensas y el agente pueda estar nervioso debe ser capaz de controlar sus emociones, poniéndolas a raya para así no despertar ningún tipo de sospecha en la fuente logrando que esta coopere.
Infiltración en redes hostiles: Uno de los cometidos de los agentes de los servicios de inteligencia, y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado puede ser el infiltrarse en la organización criminal para obtener la información directamente, de modo que el agente tendrá que adquirir una nueva identidad, lo que probablemente conlleve el cambiar por completo su personalidad, y con ello su forma de actuar, sentir y responder. Aquí será donde para el agente la comunicación no verbal juegue un papel vital. En situaciones de infiltración, un agente se verá sometido a situaciones constantes de estrés en las que los miembros de la banda en la que se infiltre probablemente le pongan a prueba constantemente cuando menos se lo espere, y es ahí donde debe aprender a controlar sus propias emociones y a conseguir que el impulso natural varíe y sea el de la persona a quien interpreta.
Debe quedar claro que la modificación de la propia conducta emocional y las respuestas involuntarias a estímulos son algo realmente complejo y que son tres los casos en los que realmente se llega a conseguirlo de forma natural. En primer lugar están las personas que tienen una predisposición innata a variar la exteriorización de sus emociones. Los segundos serían los psicópatas, los cuales por una alteración psíquica responde de un modo distinto al del resto de personas antes los estímulos, de modo que la respuesta esperada en una persona normal no la encontraremos. Existen numerosos casos entre los que podríamos citar gente con psicopatías de tipo sádico que ante una escena de dolor ajeno emite una expresión o micro-expresión de placer, la percepción está alterada en la base emisora de las emociones y por eso la respuesta será distinta. Por último, se pueden modificar o atenuar las respuestas emocionales mediante medicación. Los medicamentos tranquilizantes o relajantes, por ejemplo, atenuarán las expresiones reflejadas en la cara tales como sorpresa o engaño, por lo que detectar una mentira en una persona medicada con dichos fármacos tendrá una mayor complejidad.
Cabe decir que si bien es posible tratar de aprender esta disciplina para su uso en la modificación de la propia conducta, sus resultados con un aprendizaje desde cero no serán realmente relevantes, sin embargo, una persona con una capacidad innata para ello, mediante su estudio y práctica, podrá alcanzar un nivel de dominio superior.
Recapitulación
A lo largo de este trabajo hemos analizado diferentes ventajas que ofrece la comunicación no verbal que recogemos a continuación junto con sus inconvenientes:
Ventajas:
Permite comprobar la veracidad o falsedad de la información suministrada por una fuente humana con un alto grado de certeza, con anterioridad a comprobar los hechos in situ, lo que permite mayor rapidez en las acciones de inteligencia.
Permite conocer las intenciones de las fuentes, pudiendo aumentar las oportunidades de llevar a cabo operaciones de contrainteligencia contra agentes dobles.
Un número reducido de analistas de comunicación no verbal puede reducir la información superflua que deben analizar los analistas de inteligencia, permitiendo una mayor agilidad y efectividad en su trabajo con una menor aportación de factor humano.
Permite conocer las intenciones y motivaciones, con un alto grado de fiabilidad, de dirigentes políticos y líderes terroristas a través de grabaciones, lo que puede otorgar una ventaja estratégica.
Mejorará las capacidades de comunicación no verbal de los propios dirigentes de modo que puedan posicionarse favorablemente frente a sus homólogos en cumbres y reuniones.
Aumentará la empatía y confianza de los agentes encargados de recoger información con sus fuentes, teniendo así más posibilidades de obtener información de calidad.
Aumentará las posibilidades que tendrá un agente de poder infiltrarse en las filas enemigas de forma efectiva.
Los propios analistas de comunicación no verbal pueden trabajar además de sobre HUMINT sobre otros medios de obtención de información como IMINT, OSINT o SIGINT
Inconvenientes:
Necesidad de inversión económica por parte del servicio de inteligencia para la formación de sus analistas en comunicación no verbal.
La formación correcta de un analista puede llevar algunos años, por lo que la utilización de dichos analistas no podrá ser inmediata salvo que estén formados de antemano.
Necesidad de encontrar agentes que posean una predisposición natural e innata para el control de la propia comunicación no verbal.
Necesidad de una tecnología de captación y reproducción de audio y video suficiente para llevar a cabo el análisis de las fuentes del mejor modo posible.
Si la incorporación y formación de analistas en comunicación no verbal no permitirá disponer en un primer momento de expertos en la materia, salvo que sean captados analistas con experiencia previa en el sector, se hace recomendable incluir un grupo de expertos en la materia tanto por los beneficios que se pueden obtener a nivel operacional, de inteligencia y contrainteligencia, como por las ventajas en política internacional que se pueden obtener, por lo que un grupo multidisciplinar puede generar una ventaja competitiva al Estado tanto sobre sus aliados como sobre sus rivales políticos o enemigos.
Es por ello que se hace patente la conveniencia de integrar dentro de la propia estructura organizativa un grupo de expertos en comunicación no verbal tanto de apoyo a los analistas de inteligencia en su ardua tarea de obtener inteligencia de calidad a partir de ingentes cantidades de datos, como para labores propias en su campo, que sirvan de complemento al trabajo llevado a cabo por los agentes.
Fuente: GESI